Soy Administrador de un Centro Deportivo, tengo 24 años y hasta que conocí a Don Rufino me gustaban las mujeres, resulta que cierto día me encontraba realizando la supervición de áreas y fuí a los vestidores y baños y ahí lo ví por primera vez.

Él se necontraba orinando en el mingitorio y tenía su short abajo,sostenía entre sus manos un tremendo miembro que aunque flaccido se veía de buen tamaño, grueso y cabezón, y debajo un par de testículos enormes que colgaban pesadamente hacia sus muslos, me quedé mirando ese descomunal miembro hasta que levanté la vista y mire avergonzado que Don Rufinino se había dado cuenta de la admiración mía hacia su cosota, el solo sonrío y eso hizo que yo mas me apenara, salí de ahí rapidamente al saberme descubierto por ese séñor de 65 años que tenía una enorme dotación alla abajo.

Al siguiente día Don Rufino paso por enfrente de mi oficina y me miró al igual que con los ojos señalaba el baño, como hipnotizado fui al baño solo para encontrarme de nuevo con la misma escena, el señor orinando, pero esta vez no solo sonrió sino que me dijo ¿te gusta lo que vez? y yo sin decir nada asentí con la cabeza.

Me señaló uno de los cubículos y entre en el, me senté en la taza del baño y entró detras de mí, no dijo nada, solo puso su enorme vergota frente a mi cara y dijo ¡chupala, se que lo estás deseando¡ y yo completamente sometido a esa enormidad, se la besé, se la mamé sin importar que alguien se diera cuenta y me oyera como Don Rufino me obligaba a mamar su verga, chupe y mame hasta que el con algunos gemidos se vació en mi boca, trague por primera vez semén de hombre, yo me quise quitar pero el me sujetó de la cabeza y no dejó que me retirará de esa manguera que escupía una gran cantidad de mecos en mi adolorida boca,no podía entender como ese señor de edad avanzada tenía esa cantidad de semén, mas que yo que era 25 años mas joven.

Cuando termino de venirse en mi boca me dijo que al otro día, que era sábado y que había menos gente me iba a romper mi culo, que me iba a llenar de semén mis tripas, que me preparará,y así fué, el sábado paso frente a mi oficina y volvió a señalar con su mirada los baños y fuí, fuí donde sabía que ese señor me reventaría mi virgen culito, entre al mismo cubículo donde se la había mamado el día anterior pero esta vez no me dejo sentarme, me pegó a la pared y bajo mis pantalones con todo y truza.

Untó algo como aceite entre mis nalgas y me penetró, fue doloroso al principió pero después de pasar el dolor y a cada empujón de su vergota dijo ¡ya te la comiste toda, ya eres mi putita¡ y siguió bombeando esa descomunal macana en mi maltrecho culito, no sé cuanto duró cogiendome, pero al sentir los chorros de semén que él me inyectaba yo también me vine, él me inyecto tal cantidad de leche que mi culito incapaz de contenerlo lo escirriá por mis muslos, sentía su leche correr por mis piernas y cuando ví, en efecto, era semén con rastros de sangre, señal que me habían roto mi virgen colita.

Al terminar, al igual que las anteriores ocasiones se fué y dijo… Ya eres mía, de aquí en adelante tu serás mi putita y te cogeré cuando se me antoje…¡ y así fue como Don Rufino, un señor de la tercera edad me convirtió en su putita.

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