Soy un hombre adulto tengo 62 años soy algo solitario no tengo amigos y mi día consiste en levantarme Por la mañana ir al trabajo y volver a casa, esa a Sido mi rutina por años. ya me queda poco para la jubilación.

Uno de estos días al regresar de mi trabajo por la tarde al pasar por unas de las tiendas que hay en mi camino pude notar unos gritos que venía en el interior de uno de ellos, no pude con la curiosidad y fui a mirar era el propietario regañando y golpeando a un pequeño a un tío mayor.

Todo descuidado y sucio, no podía soportar aquello y le pregunté cuál era el problema, por qué razón golpeaba a ese pobre hombre, tendría unos 35 años. Él explicó que el sin techo le había robado algunas mercancía y lo atrapó al intentar salir corriendo.

El vagabundo interrumpió y gritó que solo tenía hambre y ya tenía varios días sin comer, pero el de la tienda no le importaba eso e iba a llamar a la policía, le dije que no era necesario que yo me ocuparía del. que por favor le diera otra oportunidad. parecía un buen hombre. Ojos azules, pelo gris barba igual color de varios meses.

Después de varios minutos aceptó, pagué lo que el pobre hombre, se había agarrado y me lo llevé a mi casa para ayudarle a salir de las calles y buscarle algún trabajo.

Lo primero que le dije nada más entrar en casa. fué que se diera un buen baño para quitarse toda la suciedad que tenía en la cara y en todo el cuerpo pude conseguir unos pantalones y unas playeras calcetimes negros que quedaron perfectamente bien una vez limpio le preparé una buena comida para que saciara su hambre de hace días mientras el comía le dije que yo también necesitaba darme un baño y que después de comer podía mirar la televisión si quería hacerlo.

Él asintió con la cabeza y yo me fuí a bañar. tenía una cita esta tarde. Y tendría que arreglarme bien para ello así que me puse un traje corbata, azul, marino, corbata verde, claro, camisa blanca, pantalones, también azul marino, calcetines ejecutivos, azul oscuro, con talón y puntera más fuertes. Y zapatos negros mocasines. Iba bien, guapo y arreglado. 

Cuando terminé de cambiarme y asearme, el pobre hombre me dijo que tenía mucho sueño que se quería dormir, yo tenía un cuarto extra para cuando venían visitas así que le dije que podía quedarse ahí que no hay ningún problema al entrar al cuarto rápidamente el se descalzó, quito sus pantalones y polo y subió a la cama y me dijo que me quería dar un abrazo por todo lo que estaba haciendo por él.

Yo me acerqué para abrazarlo pero el aprovechó el momento para ponerme un trapo que había cogido de su anterior ropa estaba humedecido con alguna sustancia en la cara apretó fuertemente y sentí como poco a poco me iba debilitando, mis brazos y piernas se iban aflojando hasta el punto que caí de lleno en la cama aún consciente, pero incapaz de hablar y de mover un dedo.

Una vez semiconsciente en la cama el hombre mayor me susurró al oído, «eres un estúpido olvidaste cerrar la puerta del baño mientras te bañabas y te estuve espiando todo el tiempo y debo admitir que me calentó demasiado verte desnudo, tienes un buen pene pero no me importa lo que me interesa es meter mi rabo en ese enorme culo de puta que tienes».

Acto seguido comenzó a quitarme la ropa uno por uno. Primero los zapatos dejando los caer al suelo para darme la vuelta y desabrochar el cinturón y sacar de dos tirones el pantalón. luego la corbata que uso para maniatar mis manos después de quitarme la camisa y la camiseta interior.

Acto seguido bajo mis Boxers negros con corazoncitos rojos. hasta dejarme completamente desnudo, excepto mis calcetines ejecutivos de color azul oscuro, con talón y puntera. comenzó a acariciarme cómo todo un pervertido de lo peor, me lamió la cara metiendo su lengua y succionando la mía, como si chupar a mi boca, me abrió los ojos y metió una almohada detrás de mí nuca para que viera todo lo que iba hacerme. su lengua empezó a recorrer todo también luego bajó por mi barba, mi cuello hasta bajar a mis pezones los cuales succionó cómo si estuviera amamantando.

Mientras me succionaba los pezones bajo su mano acariciando mi abdomen hasta llegar a mi pene al cual masturbó hasta hacerme eyacular, con sus manos llenas de mi semen me las puso en la boca y me hizo tragar todo. Acto seguido empezó de nuevo a chupármela.

Yo inmovil observando todo el tiempo sin poder hacer nada más que volver a excitarme y entonces tiré otra vez chorros de leche en su boca, tragándoselo todo. Saco la suya me quitó la dentadura postiza y empezó a follarme la boca. Yo casi atragantando me tuve que tragar todo lo que tiró dentro de mí. Me vio ahogado con la cara roja sin poder mover un músculo. entonces volteó mi cuerpo

Y con su propio semen me masajeó y lubricó mi culo para dilatarlo una vez listo me tomó de las caderas para ponerme en la esquina de la cama y cogió mis pies, juntándolos para follarlos con su rabo y correrse en mis calcetines ejecutivos que eran carísimos. llenandolos de su leche Pringosa, no sin ganas de seguir. se bajó los panboxer se arrodilló frente a mi culo y me enterró su gran verga de adulto.

Unas lágrimas brotaron de mis ojos al sentir la impotencia de no poder defenderme de un violador de 35 años. El tiempo me pareció eterno, sentir como una cosa gruesa entraba y salía de mi ano era muy doloroso y aparte sentir mis nalgas rebotar en sus muslos y testículos, mi pene eyaculó una vez más de tanta follada que estaba recibiendo mi culo, entonces llamaron a la puerta.

Era mi cita y yo seguía paralizado encima de la cama con las manos atadas con mi corbata a la espalda. El viejo fue abrir y se encontró a otro de su edad que se quedó rato, mirándolo diciendo que pasa aquí. El dijo que estaba jugando.

Y entró, le invitaron a participar sin dudarlo, se quitó la ropa quedándose solo con los calcetines grises mientras follaba por detrás en el trabajo por delante. Estuvieron con él toda la noche. Se lo pasaron bien y luego se fueron de copas. Dejándome allí lleno de leche con calcetines sucios

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