Desde algún tiempo habíamos descubierto el gusto del uno por el otro, ya contábamos con 17 años ambos, y ahí descubrí mi gusto por el mismo sexo, tanto disfrutar con ello pero que me hicieran disfrutar del sexo, sobre todo cuando quería disfrutar de su rico pene que ya conocía.

Él de unos 1.69 de estatura, cuerpo vigoroso y una ricas nalgas bien marcadas, redonda y firme, su pene de unos 19 centímetros y una venas que lo adornaban y una rica cabeza terminada en punta, unos ricos huevos cómo caramelos en un escroto algo largo pero exitante.

Yo, contaba con unos 1,68 de estatura, cómo deportista tenía mi cuerpo delgado, pero tenía algo de pechos, sin llegar a ser grandes, pero sentía que cada vez que me los tocaba mis pezones se ponían turgentes y me hacían sentir exitado al tocarmelos, mi pene de unos 18 centímetros algo grueso pero firme en mis erecciones.

Habíamos quedado que llegaría a mi casa a eso de las 6 pm, pues como conocido de la familia me acompañaría durante el fin de semana en que mis padres viajarían a una población cercana de la capital para atender asuntos de negocios, llegando el, mis padres ya estaban terminando de calentar el carro y partieron quedando solos.

Cómo teníamos todo el tiempo para nosotros, nos preparamos algo de comer, vimos TV, un rato, pero las ganas ya no las aguantabamos, cómo promesas son promesas, ya en el sofá, acerco su cara a la mía y me estampo un rico beso y su lengua …… buscaba la mía a lo que correspondía con la mía, ya mi mano izquierda se metía por debajo de su camiseta para acariciar su pezones, y terminé por quitársela, para poder lamerlos, pellizcarlos, y chupar mordiendo suavemente con mis dientes.

Seguí por desabrochar su pantalón, bajarlo y quedar en su boxer, que ya mostraba algo de humedad por su líquido preseminal, ya su bulto se marcaba aunque no estaba del todo duro, algo de lo que me encargaría enseguida, baje su boxer para hacer que quedará libre su rico paquete, que tome con mi mano para masajearlo, subiendo y bajando su prepucio y ver aquella cabeza húmeda, ya mi boca quería sentirlo y saborearlo por lo que sin más baje mi cara y mi lengua le dio unas lamidas alrededor de su glande lubricado.

Su sabor algo salobre me gustaba y me hacía porner mas cachondo, mis labios rodearon su glande y empecé a chuparla, su manos tomaron mi cara y empezo a empujar de manera suave para que bajara hasta su base, yo lo sentía hasta mi garganta, y empecé a darle la manada más rica, arrancándole gemidos de placer y pedirme que siguiera así.

Su palabras me hacían sentir más exitado, si, si sigue así, que rico me lo mamás, me tienes a mil, sigue, mas mas, uffff cómo lo sabes hacer de bien, que rico, cómo lo disfruto, luego de una buenas chupadas con mi boca anciosa, me dedique un rato a sus huevos que chupe, lamí y me los Metí a la boca, primero uno y luego los dos, cómo me ponía aquello, chuparlos era algo delicioso y sus gemidos más agudos.

Pero como la promesa era que me iba a ser gozar de su polla, me dijo, cómo te deseo, cómo si fueras mi hembrita, quiero que te prepares cómo yo ya lo hice en mi casa y era que lavara mis intestinos, me levanté y me dirigí al baño, me quite la ropa y entre en la ducha donde retire la ducha de mano quitando la regadera y con la manguera Moje mi ojete que pedía a gritos esa rica polla de Angel.

Con un poco de jabón la introduje en mi oyo, dejando que el agua entrará en mis intestinos por unos 10 segundo, cuando ya sentía que no aguantaba, me senté en el sanitario y evacue, repite el proceso unas cinco veces hasta que el agua salió limpia, termine de bañarme por completo, poniendo esmero en mi culito, me seque, aplique un poco de crema corporal en mi culito y volví a la sala, ya desnudo.

Angel me esperaba, pero su pene había bajado un poco su erección que le había hecho tener con mi mamada, me senté a su lado me besó apasionadamente , beso mi lóbulo de la oreja, el cuello, repitiéndose lo mucho que me deseaba, y como había estado esperando esa oportunidad para nosotros solos.

Su labios bajaron a mis tetillas y primero beso mis pezones, los lamió y chupo con ricura, lo que me ponía ya a mil, bajo su boca por mi vientre y sin más chupo mi glande y me propinó una rica mamada, bajaba y subía su boca a lo largo de mi pene, hasta que ya estuvo en todo su esplendor erecto, se apartó de mi pene y me pidió que volviera a poner su pene a punto, para que me hiciera disfrutarlo.

Sin más le pedí que pusiera sus nalgas al borde del sofá, levante sus piernas para que me dispensar tanto su verga, huevos y ano, le di una rica lamida desde su base hasta su glande, lo chupe hasta sentirlo de nuevo en mi garganta, chupe sus huevos y mi lengua llegó a su ano que olía a rico, se notaba que había hecho un buen trabajo de higiene igual que yo, y me lengua lo saboreo hasta introducir mi lengua en su culito caliente, ya en ese estado le pedí:

se cómo te gustan mis nalgas, por favor masajealas y levantándose, me permitió que me acostara boca abajo el el sofá, en seguida sus manos bajaron desde mi cuello, por la espalda y luego tomo mis nalgas blancas, redondas y firmes, para apretarlas, y abrirlas y que pudiera ver mi agujero sediento, el que lamió con su lengua lo que ya me hacía suspirar y gemir de placer, pidiéndole:

si qué rico se siente, hazlo así, qué rico, papi, más uy me tienes a mil. Ven quiero sentirte dentro de mi, pero quiero que me dilates mi agujero, tomo la crema corporal que había traído del baño y aplicó un poco en la entrada de mi culito, y con su dedo medio lubrico al rededor de mi ano, hasta introducirlo de manera suave, para luego seguir con un segundo y un tercero los que metía y sacaba delicadamente y haciéndolos rotar para una mejor dilatación.

Ya sintiendo que no aguantaba y el deseo de sentirlo dentro de mí me levanté e hice que se sentará al borde del sofá para yo subirme y poder sentarme en ese trozo de carne jugosa y palpitante que …

… apuntaba al techo, y cabalgarlo a mi antojo, tome un poco de crema para lubricar su pene y quedando frente a él, me subí al sofá y con mi mano dirigí su punta a la entrada de mi agujero, empecé a bajar un poco, subí y volví a bajar para ir acostumbrando su grosor a mi anillo anal, y ya en la tercera bajada empezó a entrar pero pidiéndole que me permitiera sentir milímetro a milímetro su rico pene, el cual fue entrando sin dolor pero haciendo que sintiera cómo su grosor se acomodaba a mi ano.

Llegue con un rico gemido hasta que sentí como mis nalgas se posaban en su bello púbico que era corto, y rosaba mi ano, le dije: déjame sentirlo en lo más profundo de mi, qué rico se siente, papi, sé que me dejaras disfrutarlo pero también te haré sentir la más ricas de las cogidas.

Empecé a subir y bajar de manera lenta para disfrutarlo en todo su largo hasta sentir que su cabeza casi salía de mi ano para volver a bajar hasta su base, luego mis movimientos fueron más rápidos pareciendo un jinete disfrutando de su montura, sus manos tomaron.mis nalgas por los lados y ayudar a ensartarme esa rica herramienta, mis gemidos eran casi chillidos de placer y sus pedidos me ponían más arrecho, si mamacita, qué rico lo montas, sigue así, qué rico se siente.

Y mi frenesí era más alto, pero no quería que ahí terminará todo y ahora era su turno, lo bese y le dije: papi, ven dame en cuatro.

Me saque lentamente ese rico pene en toda su extensión , se levanto y yo tomé la posición en cuatro …… colocando mis rodillas en el borde del sofá, dejando mi agujero al aire y dispuesto a recibirlo de nuevo, pero está vez le pedí, mételo toda de una vez pero firme quiero tenerlo hasta la base, y en un solo empujón firme pero sin ser brusco lo metió hasta sentir como sus huevos golpearon los míos.

Empezó su mete y saqué de manera lenta haciéndome gemir de placer y pedir: si qué rico papi, dame asi, mételo todo, Dames más, qué rico, y sus embestidas eran más enérgicas, haciendo que mi pene estuviera erecto el cual tomo con una de sus manos para masturbarlo.

Así me dio por mi culito cómo unos 10 minutos más y le pedí que quería que nuestros orgasmos fueran al mismo tiempo. Me la saco despacio lo que me hizo gemir de placer.

Me coloque con las nalgas al borde del sofá y levante mis piernas en forma de V para dejar mi ano a su antojo, se arrodilló sobre un cojín para que su pene quedara a la altura de mi ano y dirigió su punta a mi entrada y de un solo empuje lo introdujo cual largo era, sus bolas rebotaban en mis nalgas y le pedía: si más, papi qué rico, sigue más mételo todo hazme toda tuya, pues ya me hacía sentir su mujer, y yo lo disfrutaba.

Su mano tomo mi pene y lo empezó a masturbar de manera lenta, y yo ya casi llegaba al clímax, empezó sus empujes más rápidos hasta ver qué ya su llegada era inevitable, me dijo, ya casi viene mi corrida mamacita, te voy a llenar tu culito con mi leche, uy que rico y su jadeo era más frenético y yo casi despedía mis jugos.

Sus movimientos más rápidos empujando y cuando me masturbaba era acompasado y ya sentía como sus gemidos eran más profundos y no aguantando más me dijo me corro, mami me correo, y sus mano se movía más rápido en mi pene y el orgasmo fue de ambos al mismo tiempo, senti su leche caliente inundando mi interior y mi corrida en mi vientre y pecho mojándose todo.

El correrme hacia que mi ano apretara su rico pene lo que más lo hacía brincar de placer, uy que rico aprietas mi verga, disfrútalo mami, y esto hacia que mi ano siguiera subcionando hasta la última gota de su corrida, lo que acá llamamos tener chupadera en el culo, algo que disfruto mucho y algo que es involuntario y que era inevitable en mi, luego de haberme hecho correr.

Nos quedamos así por unos cinco minutos sintiendo como nuestras vergas palpitaban, hasta que fue retirándose poco a poco con su pene ya medio erecto. Nuestros suspiros se cruzaron en un rico beso.

Así levantado cómo tenía mis piernas al borde del sofá me pidió que Pujara para que el viera salir su corrida de mi culito ya satisfecho , puje y salio un chirrete de semen espeso que corrió por mis nalgas y con un dedo me ayudó a que mi culito siguiera arrojando su rica leche.

Nos levantamos luego de unos minutos, fuimos al baño, tomamos una ducha en medio de besos y caricias. Ya luego nos dirigimos a mi cuarto pues como iba a quedarse ese fin de semana, dormiriamos juntos.

Pero yo quería más …..lo deje que se recuperará y como a la media hora mi mano estaba buscando su …… bulto, le dije: te quiero hacer la más ricas de las manadas y saborear tu rica leche, a lo que me dijo, ya sabes que te dije que podías disfrutar de mi polla, pero quería haciendo algo que a mí me llamo mucho la atención y me pone arrecho, es que siento fetiche por los pies, y los míos me los cuidaba muy bien, y Ángel hacia lo mismo, por eso el sabiendo de mis gustos pidió que empezáramos un rico 69, por los pies.

Me chupo los dedos gruesos y así los demás yo haciendo lo mismo con los de el. Paramos luego de unos 8 minutos y ya quería saborear de nuevo su polla.

Le dije quédate boca arriba te voy a chupar los pezones y tú rica verga alternando, empecé lamiendo luego chupaba y mordía sus pezones con los dientes de manera suave la succión le arrancaba ricos gemidos, luego baje hasta su pene que chupe con ricura y de manera firme, lamía sus huevos y volvía años pezones, uyyy que rico sigue mami Cómeme cómo quieras.

Dedique más tiempo a chupar su pene desde su cabeza hasta su base y subiendo chupaba y bajando apretaba mis labios al rededor de su barra.

Luego de quince minutos sentí como su pene palpitaba más y sentía que ya su corrida venía, me dijo, dale despaçio déjame sentir tu boquita, así lo hice y lo chupe suave pero aparentando mi boca hasta que sentí sus estertores , su verga palpitar duro y su leche salir en tres chorros abundantes y unos dos más para sus últimas gotas que logre tomar saboreando toda su corrida.

Y decirme: qué rico disfrute de tu mamada, qué rico y yo solo atinaba a chupar hasta dejarlo limpio y sin una gota de semen.

Y yo : que rico te sentí, me hiciste muy feliz, lo disfruté mucho. Y tenemos todos el fin de semana para nosotros.

Me recoste a su lado, nos besamos, abrazado a el respozamos hasta que hicimos una siesta de unas dos horas. Lo que siguió el resto del fin de semana es para otro relato pues sucedieron cosas nuevas

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