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Mi encuentro con el guardia del antro

Por su parte él se quito la camisa que llevaba y se desabrochó el pantalón, igual empecé a besar su cuello sus pezones peludos, besé su abdomen hasta llegar a su verga ya en erección. Era grande, 23 cm, la más grande que había visto, era hasta eso proporcional al tamaño de su dueño.

Mi vecino, el gringo virgen

Le empecé a quitar la playera, me encantaba ese torso güero y lampiño, besé de la boca pasando por su cuello, su pecho, pasaba mi lengua y besaba su abdomen, con mis manos empecé a bajarle el pants y fue entonces que vi esa hermosa verga 17 cm aproximadamente, tal vez más, era algo gruesa, su glande era rosado y tenía la circunsicion.

El maestro de lucha

En el vestuario, ante su locker, Ramón se secaba de los hombros las últimas gotas de agua tras la ducha. Le vi mirando un cartel publicitario pegado junto a su…

Edgar, mi albañil particular

Desde que salí de mi casa tenía ganas de v… Entonces lo vi, acomodando blocks en una construcción cerca de mi casa, con sus brazos anchos y peludos…

Joaquín: mi primo hetero

Mi familia tuvo una boda y cuando me negué a ir, decidieron que mi primo Jarquín iba a ser el indicado a cuidarme. ¡Vaya que me cuidó!

Mi novio me da de regalo a su mejor amigo

Cuando cumplí años, mi novio me consintió con un gran regalo que disfrutamos los dos.

El chile del chileno

Estaba por irme a mi casa cuando se me acercó un hombre alto, guapo y con un acento diferente a preguntarme por una dirección…

Me cogió el guardia de seguridad

Un día de tantos que iba rumbo a mi casa, eran como las 10 de la noche y la verdad jamás me había puesto a checar como eran los vigilantes que se quedaban en la noche en la guardería.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.