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El chófer y la musculosa

Me sacó la ropa, y yo fingí quedarme dormido, mientras con sus manos el recorría mis biceps, mis abdominales, mis piernas, mis hombros.

Mis recuerdos en la selva

Yo no podía más, mi propia verga estaba a punto de estallar y necesitaba algo. Sin hacer ruido me alejé y di una vuelta para colocarme delante de él, que se diera cuenta y pensara que yo no sabia que él estaba allí. Así lo hice, y él se quedo atónito.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.