... ...

Se me insinuó el vigilante

Ya eran muchas veces la insinuación, o era mi imaginación o el vigilante de la unidad daba entrada para algo mas, cada vez que entraba o salía en el auto me saludaba o se sobaba la verga por encima de su uniforme negro de vigilante.

Cruising con un cholito en el centro comercial

Entro un chavo como de 27 años, vestía tipo cholo , con una bermuda grande y tenis así como sudadera muy holgada y una gorra de béisbol, era corpulento o así lo aparentaba por su vestimenta, moreno claro de facciones atractivas y varoniles y barba de candado, paso por detrás de mi y se dirigió a los privados yo lo seguía con el rabillo del ojo y al ver que iba a entrar a uno de los sanitarios no evite el voltear para poder apreciar mas detenidamente que haría.

Con el agente de la procuraduría

Eran las once de la noche, yo me encontraba en la zona rosa del la ciudad de México, un lugar muy bonito y propicio para los amores rápidos y candentes.

Un trío de ensueño

Cuando por fin llego, me comento que nuevamente no estaríamos solos, que iríamos a casa de un amigo que estaba bastante bien y que tenia una verga deliciosa, pero lo mejor que tenia era la manera de coger.

¡Me urgía dar las nalgas!

Respondió a mi lengua enseguida. Me la metía hasta el fondo, sintiéndola en lo más profundo de mi garganta, la sacaba para centrarme en el glande, gordo y sabroso, aún con restos de orina que lo hacían más apetecible.

Los empleados de papá

Vitín se arrodilló y comenzó a chuparle la polla a Agustín, que comenzaba a gemir al tiempo que le profería toda suerte de insultos a su compañero.

Una carne a domicilio

«¿Usted ha encargado una polla, sí o no?» me preguntó con tono entre enérgico y cortés. Me sacó del trance cognitivo en el que había caído, y entonces comprendí.

Historia de un sumiso: orgía

Me quedé tendido en el suelo, intentando coger aire y respirar, mientras de la boca me salía semen y del culo también. Mientras, los cuatro chavales se reían de mí, incluso alguno me escupía, a pesar de no saber quien era.

Por amor, me entregué a mi mejor amigo

Su deseo por poseer mi culo como que lo enloqueció y no solo me folló con energía sino que además lo hizo sin la menor clemencia.

En 4 en el baño

Bajo la cabeza e intento no gemir mientras el cabrón sigue enculando sin inmutarse. Pasados unos segundos, dejo salir mi angustia con un gemido de placer. Intento reponerme un poco para dejarle claro a este tío q conmigo no se juega así.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.