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Me quedé sin trabajo y comencé a venderme

Mi vida era más que perfecta en todo sentido, tenía un buen trabajo con grandes posibilidades a mejorar, una novia hermosa, vivía bien, vestía bien, me daba mis gustos y por supuesto cuidaba mi físico, era el hombre que toda mujer desearía, hasta que llego ese que debió ser mi gran día.

Éramos 3 los candidatos a subir a un puesto de nivel dirección dentro de la empresa, mi cita estaba programada para ser la segunda, cuando llegue a los pocos minutos vi salir furioso a Josué, uno de los tres posibles candidatos, “no dio el ancho” pensé, sin saber los motivos de su enojo… llego la hora de mi cita y me llamaron, me atendió el Sr. Lemus, uno de los socios de la empresa.

—¿Sr. Lemus? Creí que sería el Lic. Ortega el que haría la entrevista.
—Así seria tradicionalmente, pero debido a la importancia del puesto pedí a la junta ser yo quien elija al próximo director. Bien, comencemos.
—Perfecto.
Respondí sin saber en lo que me metía.
—Tanto tú como Josué y Ernesto tienen un perfil similar, capacitados para el puesto, con amplia experiencia, con don de liderazgo y la confianza de todos nosotros.
—¡Hombre muchas gracias!
—Espera, aun no termino… este ascenso sabes que es abrirte las puertas a un mundo totalmente nuevo, es acceder a un nivel de vida superior, quienes han estado en este puesto siempre son contratados por transnacionales enormes o crean sus propias empresas… dadas estas circunstancias, yo como dueño pierdo, pierdo un empleado, pierdo una pieza clave, pierdo un gran talento, mientras que los que se van se llevan mucho de esta empresa, recomendaciones, contactos, cartea de clientes, etc… Así que Leo. ¿Qué más tienes para ofrecer aparte de tu talento? ¿Qué más me puedas dar para que yo te de el ascenso? Piensa bien tu respuesta, hay quienes darían todo, hasta las nalgas por este puesto, más en esta administración que no sabe cómo tratar a la iniciativa privada.
—Disculpe señor, creo que no lo estoy entendiendo.
—Es simple la pregunta, ¿Qué más me puedes ofrecer?
—Sigo sin entenderlo.
—Mira Leo, la cosa es simple.
Dijo el Sr. Lemus mientras se ponía de pie.
—Yo necesito saber que de verdad eres de confianza… que de verdad eres parte de nosotros… que de verdad estas comprometido conmigo.
Dijo mientras sus manos se posaban sobre mis hombros.
—¿Pe…pero de qué forma?
Dije torpemente.
—No lo sé, dímelo tú… Josué no dio el ancho.
Dijo mientras una de sus manos bajo hasta mi bragueta… por instinto me pare para encararlo
—Sr. Lemus, yo, yo lo respeto pero esto…
—¡Pero nada!
Dijo en tono autoritario
—¡O me das lo que quiero o no hay ascenso!

Exclamó mientras con su mano me tomaba del paquete… por instinto lo empuje y a punto estuve de golpearlo pero me detuve a tiempo.
—¡Veo que no sirves para esto!
Dijo claramente molesto
—Y pensar que dejaste ir la oportunidad de tu vida por no darme ese cuerpo
Me reprocho el señor Lemus mientras agarraba mis nalgas. Esa acción sobre paso mis límites. Rápidamente me volteé y de un golpe lo mande a rebotar contra la pared
—¡Yo no soy maricón! Le grite, mientras lo apretaba del cuello.

Salí de la habitación aún más molesto que Josué. Me fui a mi casa para calmarme y al día siguiente regrese a la oficina, topándome con la sorpresa de que estaba despedido. ¡Vaya! Ni siquiera me dejaron pasar a mi oficina, en la puerta los elementos de seguridad estaban esperándome con mis cosas. “Maldito infeliz” pensaba entre mi… esa misma tarde me entere que Ernesto fue el que ascendieron “¡Pinche puto!” pensé, le dio las nalgas por unos pinches pesos…

Ni pedo me dije a mi mismo, a iniciar de cero pensé, sin saber que esa decisión era el inicio del fin. Pasaron 3 meses desde ese día, mis ahorros comenzaban a acabarse, la desconfianza de la IP era mayor sobre el gobierno en turno, mermando así los de por si pocos empleos bien pagados, eso sin contar que a cada entrevista que iba me daban la misma respuesta “Tenemos indicaciones de no contratarte”, en un arrebato de enojo marque al número de quien fuera mi jefe en su momento solo para mentarle la madre, recibiendo de su parte un “ya vez cabrón, por no darme las nalgas ahora te jodes… nadie te va a contratar y te vas a quedar jodido como el pinche perro que eres” de lo enojado que estaba arroje mi teléfono contra el suelo rompiéndole la pantalla…

Lleguó a mi departamento y me topé con la sorpresa de que mi novia me había abandonado, los recibos comenzaban a juntarse, no podía pagar el crédito de mi departamento, ni las letras del carro, ya no me quedaban amigos a los cuales pedirles dinero, solo me quedaba la membresía del gimnasio que había pagado por todo un año.

Fui a entrenar decidido a calmar mis penas en medio de los aparatos del gym cuando al finalizar mi rutina en los vestidores me tope a Josué.
—¡Josué!
—¿Leo?
—¡Gusto en verte cabrón! ¿Qué onda? ¿Cómo has estado?
—Bien, afortunadamente wey.
—¿Sigues en la empresa?
—No cabrón, después de lo de Lemus me corrieron, anduve buscando jale por todos lados pero nada, hasta que un cuate me recomendó con un empresario de Monterrey y mira de allí pal’real.
—¡No mames! ¡Qué suerte tienes! Yo he buscado y nada, el puto de Lemus me bloqueo en todos lados.
—A mí también wey, pero ya vez, tuve suerte.
—¿Oye y si no es mucho abuso? ¿No me podrías recomendar en tu empresa?
—Mira mi estimado, vístete, te invito a comer y platicamos.

Al salir del gimnasio fuimos al estacionamiento donde nos estaba esperando una flamante camioneta todo terreno del año
—¡No mames cabrón! Se ve que te va bien en tu nuevo trabajo.
—Así es mi Leo, así es.

Llegamos al restaurant y…
—Pide lo que quieras Leo, yo invito, con confianza. Yo también pase por donde tu estás y créeme que es bueno poder tener al menos un amigo.
Lo que dijo me llego en el alma pues en efecto no tenía ya nadie a quien más recurrir.

Al terminar la comida comenzamos a charlar el bar del restaurant.
—Mira Leo. Te platicaré en lo que ando, pero debes tener la mente abierta pues es algo no muy convencional
—¿Capital de riesgo?, ¿Inversiones en startups? ¿O de plano algo ilegal?.
—No, no mi Leo tranquilízate, es algo más mundano.
Me dijo con una sonrisa en su rostro…
—Mira

Me dijo mientras me mostraba algunas cosas en su celular.
—Esto es más de lo que seguramente tú y yo pudiéramos ganar en años en la empresa de Lemus.
Mencionó mientras me mostraba su saldo en el banco.
—No sé si sabias, pero yo vivía en una zona más o menos aquí en la ciudad, bueno pues ahora estoy en un depa en una de las mejores zonas de la ciudad.
—¡No manches cabrón! Súper bien.
—Así es, ahora, tu y yo sabemos lo que nos pidió Lemus, los dos dijimos que no. ¿Ok?
—Correcto.
—Bueno, los dos la cagamos.
—¿¡Qué!?
Pregunte con asombro.

—Así es mi Leo, esto me lo he ganado haciendo lo que Lemus nos pidió.
No creía lo que estaba oyendo. Josué quien había sido despedido injustamente igual que yo por no acceder a estar con el jefe ahora se dedicaba a vender su cuerpo….
—Solo que con clientes de mejor nivel — Agregó.
—¿Cómo? ¿O sea que tú…?
—Así es, trabajo como acompañante de caballeros.

El silencio se hizo presente.
—Lo sé, lo sé Leo, es difícil de creer, pero no es tan extraño como crees, de echo te acostumbras, es fácil o dime ¿Tú le dirías no a la buena vida?
Yo seguía con mi cara de asombro.
—Bueno mi Leo veo que esto te sorprendió de más y es comprensible. Te dejo porque tengo un viaje que preparar, toma mi tarjeta, te dejo para unos tragos y un taxi, si te llega a interesar márcame.

Me quede un rato más en el bar pensando en lo que me dijo… ¿Cómo Josué que también había rechazado la oferta ahora era un prostituto para hombres?… ninguna respuesta se me vino a la mente.

Llegué esa noche a mi casa y seguí dándole vueltas al asunto… pasaron 3 semanas desde la vez que vi a Josué… mi situación era peor, no me quedaba nada más que vender, vendí mi carro, mis relojes, joyas, hasta ropa y muebles, para poder terminar de pagar el vehículo que ahora no era mío, abonar a mis otras deudas y al crédito de mi depa. Ahora si estaba en el hoyo, mis amistades ya ni siquiera me contestaban las llamadas… bien dicen que cuando el hambre entra por la puerta la vergüenza sale por la ventana… tome la tarjeta de Josué y le marque.
—¿Hola? Josué, soy yo Leo.
—¿Qué onda mi leo? ¿Cómo estás?
—Mal la verdad me urge entrar a trabajar contigo.
—Lo siento mi Leo pero será hasta que regrese me encuentro en Colombia llego en unos 5 días, podría verte en una semana en ciudad de México ¿Esta bien?
—Si mano, acá te veo.

Llego el día y yo me fui lance a verlo en una de mis peores versiones, el cansancio, la angustia y desesperación se podían ver en mi rostro.

—¡Que mal te ha tratado la vida!
Dijo en tono burlón Josué mientras se acercaba a saludarme
—Ya ni me digas mano, estoy que ni yo me aguanto.
—Venga vamos por unos mariscos y te cuento como está la movida.

Llegamos al restaurant y mientras comíamos me explicaba…

—La cosa es simples, te seleccionan, te dicen lo que quieren, tú dices sí o no y listo.
—¿Cómo en el table?
—Más o menos, solo que aquí en una noche puedes sacar más que todas las del table en un fin de semana.
—¿En serio?
—En serio, recuerdas que te dije que trabaja para gente como Lemus, bueno, Lemus vendría siendo un gato a comparación de mis clientes. Cuando me marcaste estaba en Colombia no por placer, si no por trabajo, me fui con uno de mis clientes que tenía que hacer unos negocios allá. Y me lleve en una semana más de lo que ganaría en 6 meses en la empresa.
—¡Noooo!
—Sí, aunque hay un pero.
—Ya sabía yo que esto no podía ser tan fácil… ¿Cuál es el pero? ¿Hay que dar el culo?
Pregunte en tono burlón sin esperarme la respuesta.
—Así es, eso y todo lo que te pidan.
Casi escupo la comida de la boca cuando escuche su respuesta
—¿Cómo? ¿O sea que si das el…?
—Sí, eso y lo que pidan… seria más explicito pero estas comiendo.
—¿Y crees que yo pueda entrar?
Pregunte curioso y dudoso.
—La pregunta ofende carnal, si yo la arme tu más, tienes esa finta de niño fresa que a mis clientes les encanta.
—¡No seas mamon wey!
—Es verdad, por estrenarte darían una muy buena suma.

Mientras terminábamos de comer me siguió contando los detalles del trabajo, al finalizar me dijo.

—Vamos a comprarte algo decente para que te pueda presentar con el encargado de esta zona.

En el trayecto me contó los detalles más puntuales del trabajo.
—Mira en donde estoy hay ciertas reglas, yo entre por mera suerte, uno de los miembros de este grupo me vio al salir de una de las empresas donde fui a solicitar informes, me veía exactamente como tú, como un toro lastimado, derrotado, herido… creo que para él fue fácil identificar que yo haría lo que sea por dinero. Sin decir mucho me dio su tarjeta me dijo márcame si quieres ganar dinero de verdad y se fue… al siguiente día le marque, me conto de que trataba y colgué molesto “otro puto pensé” pasaron los días y la situación no mejoraba, con lo último de saldo que le pude meter a mi teléfono le volví a marcar “sabía que regresarías” me dijo en un tono burlón, me cito en un lugar, como pude llegue, obviamente le tuve que hacer el favor gratis y después de ello me llevo con “Ares” quien es el encargado de esta zona. Y bueno lo demás es historia. Pero a lo que quería llegar es a esto… ¿Recuerdas lo que nos hizo Lemus?, “si”, bueno, eso es nada, literalmente nada, a comparación de lo que estos hombres son capaces de hacernos si no cumplimos lo que prometemos o aceptamos…. Te hablo de personajes realmente de alto nivel, personas que no se pueden prestar al escándalo, que llevan una doble vida, que son imagen pública, etc… “¡Wooow!” exclame, así es mi Leo. En lo que yo llevo trabajando para ellos nada fuerte ha pasado, pero hace unos años alguien quiso extorsionar a uno de los miembros del grupo y bueno… hoy el pobre se está pudriendo en alguna de las peores cárceles del país amenazado con perder algo más valioso que la vida si llega a hablar. “¡No mames que fuerte!” bien, llegamos, ahora antes de bajarnos y gastar dime… ¿De verdad estas interesado?, una vez que entras no es nada fácil salir. “Josué te seré honesto, no tengo de otra y a ti parece irte bien, te veo entero, mejor que cuando trabajamos en la empresa de Lemus, así que si, sin duda le entro”

Fuimos a una tienda de ropa muy exclusiva “Te prestare el dinero que necesites para verte presentable eso te dará muchos puntos, ellos buscan algo exclusivo, algo a su medida, si le gustas a uno al grado de convertirte en tu crush básicamente tienes la vida resuelta” me dijo… yo batalle al inicio pues soy común por así decirlo, pero he sabido moverme y mírame… en cambio tú con esos ojos verdes y ese tono güero de piel seguro que levantaras muchas pasiones”

Josué fue quien me escogió los cambios de ropa, tres para ser específicos, todos con pantalones ceñidos que marcaban mis piernas anchas trabajas en el gym, camisas semi ajustadas que dejaban ver mi espalda en “V”, mis potentes bíceps y a sugerencia de Josué me deje el vello corporal, mostrando los vellos de mis pectorales gracias a la camisa abierta casi a la altura del esternón.

Esa noche dormí en el departamento de Josué sin saber que ese se convertiría en mi hogar las siguientes semanas, su depa nada tenía que ver con el mío… me explico aún más detalles del trabajo. “A estas personas no les gusta batallar, buscan chavos con alto nivel, que sepan idiomas que hayan ido a la universidad, que puedan sostener una conversación de nivel, lo común y ordinario no es para ello, pero lo que más buscan es secrecía y palabra, es decir, que seas derecho, que no les quedes mal. Si cumples con eso no tendrás ningún problema, programe una cita para mañana con Ares, nos vera en el club, llévate la camisa azul, resalta tus ojos y tu piel, lo digo como consejo no vayas a pensar mal.

Llego el día de la cita, iba notoriamente nervioso per al ver al tal Ares mi nervio se calmó un poco, yo me imagine a alguien amanerado o extravagante y la pinta del Ares era de lo más normal, se veía maduro peros sumamente conservado “Josué, mi amigo, ¿Cómo estás?”, “Bien, bien mi Ares, aquí trayéndote a un amigo, Leo, Ares, Ares, Leo” “Un gusto mi Leo” “El gusto es mío Ares”… “Bien pasemos” dijo Ares. Entramos al club hicimos una rutina completa en el gym, después un poco de natación y al final algo de vapor…
Ares: Físicamente estas muy bien y veo que tienes un gran talento oculto… ¿podrías erectarlo?
Tímidamente volteé a ver a Josué quien con un gesto asintió, dándome a entender que obedeciera, me quite la toalla y comencé a masturbarme… “Bien, bien” decía Ares mientras veía como se acariciaba por encima de la toalla su miembro…

Ares: Josué.
Josué: Claro…
Josué se acercó a ares y comenzó a besarlo apasionadamente mientras las manos de Josué se dirigían al pecho de Ares masajeando sus pezones… Ares saco su miembro ya erecto de entre la toalla y Josué sin que Ares le diera se dirigió hacia su miembro… Ares era un hombre maduro, con pelo entre cano, con un cuerpo envidiable, blanco y un miembro de considerable tamaño…
Ares: Leo… ve esto, esto es lo mínimo que deberás hacer y tienes que hacerlo bien, tus primeras veces tendrás errores, pero con el tiempo iras aprendiendo así como lo hizo Josué.

No podía creer lo que veía, tanto Josué como yo éramos considerados de los casanovas de la empresa, teníamos a todas las compañeras muertas por nosotros y verlo allí, comiéndose el miembro de ese maduro hombre era una imagen abrumadora…

Ares: Al parecer no batallarás con este trabajo… mira que a la mayoría se le baja la erección al ver lo que estás viendo.
Dijo ares mientras con mirada maliciosa veía a mi miembro que en efecto estaba muy duro. Su comentario me apeno un poco pero ya estaba allí, sin muchas más opciones que considerar.

Ares: Josué, ya que es tu amigo… quiero ver como se desenvuelve contigo…
Josué se paró, se acercó hacia mí y me dijo al oído “Tranquilo, solo sígueme el juego y todo saldrá bien”

Josué comenzó a besarme yo me resistí por un momento, pero recordé que estaba siendo observado, y lo que sucedía era una especie de “entrevista de trabajo” así que tenía que dar lo mejor de mí, tímidamente comencé a besarlo, la lengua de José penetraba mi boca buscando mi lengua, sus manos se fuero hacia mi miembro y las mías hacia su cuerpo… sus labios se despegaron de los míos y lentamente fue bajando hacia mi cuello… la sección era rara pero agradable, sus manos hábilmente manipulaban mis pezones sin dejar de estimular mi miembro, yo por mi parte solo alcazaba a acariciar su cabeza, siguió bajando, ahora a mis pezones, lo tenía hincado delante de mí, la sensación de su lengua cálida en mis pezones era algo completamente nuevo para mí… pero me gustaba, así que lo deje hacer.

Poco a poco iba cediendo ante esos nuevos estímulos, me acomodaba en la banca de ese sauna dejando mi miembro al aire, mis bolas colgaban libre en el borde de la banca, Josué siguió su camino llegando a mis abdominales duros y marcados… cuando la voz de Ares nos interrumpió “Detente”… “Leo, ven” me dijo… “Bésame” me ordeno… aun con pena pero con menos que en un inicio acepte, sentir los labios de ese maduro hombre me causaba sensaciones encontradas, sus besos no eran como los de Josué, eran más lentos, mas apasionados, mas suaves… por su parte Josué comenzó a besarme las nalgas, la sensación de sus manos y sus labios en me tomo por sorpresa pero las manos de Ares sujetando mi cara me hicieron entender que debía dejarlo seguir, poco a poco sus besos se fueron acercando más a mi culo, sus manos abrieron mis nalgas dejando expuesto mi culo hetero, virgen, de macho, nunca ninguna de mis novias ni las putas con las que he estado había hecho algo en esa zona y hoy seria explorada por primera vez por un hombre, su lengua experta lamia con solo la punta la redondez de mi orificio, Ares despego sus labios para ver mi reacción… “Ponte en 4” me dijo… obedecí, dándole así libre paso a Josué para que hiciera lo que tenía que hacer, sus movimientos se hicieron más rápidos, la sensaciones era estimulante, agradable, podría decir que me gustaba y creo que se notaba en mi cara.

Ares: No luches contra la sensación, es normal, es tu cuerpo sintiendo placer, déjate llevar… ¡Gózalo!
Decía mientras se masturbaba viendo como Josué me comía el ano. “Ahhhh, ahhhh, mmmmm” salía de mi boca…
Ares: Eso Leo, así, disfrútalo déjate llevar….
“Mmmmm, siiii, ahhh”
Ares: Abre los ojos Leo.
Obedecí
Ares: Lámeme los pies… chúpalos, pasa tu lengua entre mis dedos,
Con dudas, pero sabiendo que ya estaba metido en eso obedecí.
Ares: Eso Leo, así, así, usa esa lengua, chúpame los dedos, siiii… siii. ¡Que rico!

Por su parte Josué ya me tenía más que dilatado, podía sentir como mi ano palpitaba, era algo raro, pero me gustaba, por su parte mi miembro estaba más duro que nunca, chorreando precum como nunca antes sentía mis bolas bien cargadas de leche… no me había puesto a pensar en ello, pero llevaba semanas sin coger cuando antes lo hacía diario…
Sin previo aviso los gemidos de Ares se hicieron más fuertes.
Josué al oírlos dejo mis nalgas y se abalanzo sobre el otro pie de Ares, chupándolo, besándolo, lamiéndolo como desesperado, aumentando aún más los gemidos de Ares…”¡Eso! ¡Asi! ¡Asi cabrones! ¡Sigan sigan! ¡Ya casi me vengo!” Dijo mientras aumentaba el ritmo de sus jaladas…. “Ya viene, ya viene” decia mientras soltaba chorros de leche que cayeron sobre su vientre “Ahhhh, ahhhhh, siiiiiiii, siiiiiiiiiiii ¡Que rico!” gemía extasiado Ares mientras su verga terminaba de vaciarse “Ahhh que delicia!” decía el mientras dejaba caer su verga que aun palpitaba por la eyaculación…
Ares: Que buen ojo tienes Josué. Tu amigo se adaptará rápidamente a nuestro estilo de trabajo.
Josué: Ya vez, te dije que era una buena opción
Ares: Saliendo de aquí tendrás tu comisión… Por lo pronto es todo, llévalo al estudio para darlo de alta.
Josué: A la orden señor.
Josué: Vámonos Leo.
Leo: Ok.

Salimos del sauna acomodándonos las toallas y casi a los pocos pasos nos topamos con un grupo de tres jóvenes que se dirigían al sauna…
Leo: Oye ellos…
Me interrumpió Josué
Josué: Así es, van por Ares, claro que ellos nos aben quien es el…
Leo: ¿Pero por qué?
Josué: No los ves, son modelos prácticamente. Juguetes desechables para estos sujetos. En cambio nosotros no somos algo que este exhibiéndose como carne en el mercado, pero tenemos eso que ellos buscan, un buen perfil, un perfil discreto y preparación… cuando te toca asistir a una reunión entenderás lo que te digo.

Salimos del club y nos dirigimos al estudio, sin saber bien que significaba eso.

Josué: Ahora iremos al estudio, que es literal eso, un estudio de fotografía donde te armaran tu book, que es algo así como un catálogo de ti mismo que se usara para presentarte a los clientes, firmaras unos papeles se te tomara una muestra de sangre y se te informara más a detalle cómo funciona este negocio.

Llegamos a tal lugar, un edificio de tres pisos con amplio estacionamiento, lleno de autos nuevos, motos deportivas y camionetas de lujo.

Entramos, nos recibió la recepcionista que ya nos estaba esperando, nos indicio a que puerta entrar y comenzó todo el proceso… lo que más recuerdo de ese día fue el modisto o fashionista, yo estaba desnudo frente a él, su mirada parecía la de un lobo saboreándose una oveja… “Qué bueno que le dejaste el vello, el contraste de sus vellos oscuros y su piel clara es atractivo para muchos, pero hay que rebajarlo un poco… además algo de testosterona no le caería mal, le mandare las anotaciones al nutriólogo, al médico y al instructor…esos ojos son divinos, verdes como aceitunas le gustaran más a los europeos, pero ese físico blanco y relativamente ancho puede ser también atractivo para los americanos… es muy tosco de modales como para los canadienses o londinenses, pero ese mismo carácter bravío podría compensar su blanca piel con los iberoamericanos…” decía mientras examinaba cada parte de mi ser… terminando su trabajo y con las anotaciones pertinentes procedió a sacarme así desnudo en compañía de Josué por los pasillos de esas oficinas, yo tenía pena y Josué lo noto, pero me “calmó” diciendo, esto no es nada, en las reuniones o eventos tendrás que andar así frente a más gente…

“¿Reuniones, eventos?” pregunte curioso, “tranquilo, más adelante te explicaran todo…” me tomaron fotos con diferentes cambios de ropa, desnudo también, en varias poses, incluso haciendo ejercicio… por ultimo me cambie y me llevaron al piso más alto del edificio, a la oficina del fondo, donde un señor de unos 40 años nos esperaba… “por hoy es todo, dependiendo de los resultados médicos mañana te pondremos al tanto de si entras o no en esta empresa, pero según lo que comenta Josué eres un joven sano así que no creo que tengas algún inconveniente… por lo pronto ten”, me dijo mientras sacaba un sobre amarillo, “es digámoslo así, una propina por lo hoy vivido. A estas alturas ya debes ser consiente que de lo hecho y visto ni una palabra… lo que hay en el sobre es nada comparado a lo que puedes ganar, así que espero contar con tu discreción”.

Salimos del lugar y Josué me invito a un lugar desconocido para mí, donde nos echaríamos unos tragos…

Josué: Clandestinamente este en un lugar de la empresa, es algo extremadamente básico y evidentemente no relacionado directamente con la empresa, pero de una forma rara pertenece a ella… aquí solía venir Lemus… pero después de lo hecho fue vetado… al parecer aspiraba a ser miembro, pero esas conductas de forzar gente no están permitidas… por los problemas que eso podría ocasionar…

Yo solo escuchaba lo que decía mientras veía el lugar, solo había hombres, de todas las edades, razas, tipos de cuerpo, etc…
Josué: ¿Mucha gente verdad? Hay el rumor de que de aquí se brinca a la empresa… ¡Jajaja! Pobres ilusos, recuerdas los tres que viste en la mañana… Ares los encontró aquí, quieren ser modelos o conductores de tv… pero son demasiado tontos como para estar a la altura, ese tipo de gente es desechable, en cambio hay otros que son muy exclusivos…
Pasamos un buen rato hablando de la gente que estaba en ese negocio, me sorprendió saber la cantidad de atletas, fisicoculturistas y personas de otros ambientes que andaban en esto…

Josué: Como te repito, yo apenas y cumplo los requisitos, si no fuera por los idiomas y la escuela de dónde vengo no la hubiera armado…
Leo: ¿Escuela? ¿Hasta eso te checan?
Josué: Te checan hasta las amígdalas, no das un paso sin que ellos lo sepan… ves este teléfono, es el más nuevo, no es mío, es propiedad de la empresa, ellos nos dan muchas cosas, algunas en buena anda y otras para vigilarnos, todos los que trabajamos aquí tenemos prohibido tener otro teléfono que no fuera el que nos proporcionan.

Pasado un rato más nos retiramos del lugar. Al siguiente día regresamos al estudio. Esta vez nos atendió un bato absolutamente mamado, era el instructor de la empresa.

Mamado: Tus resultados salieron bien, estas sano, así que comenzaremos con tu preparación, primero un chequeo de rutina con el doc, después tu valoración con el nutriólogo y el psicólogo y al finalizar vendrás conmigo para darte las indicaciones finales.
Se hizo todo lo anteriormente dicho, el mamado me dio mi nueva rutina que debía hacer en determinado gimnasio de la ciudad. Finalizado todo eso fui llamado de nueva cuenta a la oficina del último piso.
—Bien Leo. Todo en orden, ahora solo falta firmar estos papeles son una sesión de derechos, unos contratos de confidencialidad, unas cartas de responsabilidad, etc.. Puedes leerlas con calma si así lo deseas…
—Confió en ustedes, solo tengo una pregunta.
—Dime Leo.
—Josué me comento que hay formas de salirse y que la mejor forma es hacerlo por las buenas, a que se refiere eso.
—Hoja 19, allí vienen las clausulas, pero a grandes rasgos es… no tener problemas o pendientes con algún socio, no haber incumplido alguna regla, tener saldo cero en cuanto deudos con la empresa y último y más importante hacerlo sabiendo que una vez fuera no puedes regresar.
—¿Alguien ha salido hasta hoy?
—Por las buenas nadie, por las malas varios.
—Entiendo.

Firmé sin pensar dos veces los papeles.
—Bien mi leo, al salir la recepcionista te dará tu kit de trabajo, espera indicaciones en los próximos días. Mucho éxito.
El señor de esa oficina del cual no se aun su nombre, tienden a manejarse mucho así, sin nombre o con apodos, me dio un fuerte abrazo y salí de nueva cuenta de ese lugar, sabiendo que algo grande y nuevo comenzaba para mí.

Al día siguiente me llego un mensaje: “Ya que Josué fue quien te recomendó será tu mentor hasta que tengas tus primero tres clientes…

Josué: Leo… ven, te explico cómo va a estar la cosa.
Leo: A ver dime.
Josue: Pásame tu teléfono… mira esta es la app de la empresa, aquí te llegan los posibles clientes y en esta zona están los clientes que ya te eligieron, como podrás ver hay dos tipos de clientes, los que se interesan en ti y los que directamente contratan tu servicio, los primeros los puedes elegir tú, en el sentido de si darle el servicio o no, mientras que los segundos son un compromiso obligado.
Por ahora solo tienes clientes que solicitan tu servicio, pues eres nuevo y los socios no saben de la calidad de tu servicio. Generalmente esos clientes pagan bien y aunque es más de lo que cualquier sexoservidor cobra en México, es poco en comparación a lo que puede ganar cuando alguien se interesa en ti.

Hoy este fin de semana en la noche habrá una fiesta organizada por uno de los anfitriones del de esta zona.
Leo: ¿Anfitriones?
Pregunte.
Josué: Si en el contrato viene explicado con detalle que rollo con ellos pero a grandes rasgos son socios de alto nivel de la empresa que pueden convocar fiestas donde podemos ir a “cazar” nuevos clientes, las reuniones son privadas, con un determinado número de asistentes, para ir tenemos que pagar una cuota, que si sabemos cómo movernos en esa reunión recuperaremos con creces.
Por cierto tenemos que ir a arreglar algunos paleles tuyos, tu ID, tu visa y pasaporte deben estar vigentes, tu cuenta de banco en orden al igual que tus finanzas personales…

El resto de la semana fue como una capacitación intensiva, Josué no solo me explico lo que había que hacer si no que me enseño algunas técnicas para dar placer y detalles de cómo dar un buen servicio… sin darme cuenta Josué que había sido mi rival en la empresa se convirtió súbitamente en mi mejor amigo.

Josué: Es chido poder tener un amigo con quien compartir esto… si el dinero y los lujos están padres, pero vivir en soledad no está chido… por cierto no podemos tener novias o pareja sentimental mientras trabajemos en la empresa, podemos coger y todo eso pero algo serio no.
Leo: Me lo hubieras dicho antes…
Josué: Jajaja tu nunca has tenido relaciones serias y tu ultima novia estaba contigo por el dinero… así que no digas mamadas
Ambos nos reímos pues era verdad, Verónica era una interesada de primera…

Llego el día de la fiesta, fue en una terraza en la mejor zona de la ciudad, no había más de 50 personas, la mayoría jóvenes como nosotros, no comunes, no súper modelos, sino algo más bien agradable…

Leo: ¿Por qué todos son de este perfil?
Josué: Si vieras a algunos e estos señores maduros con un modelo como los de esa vez en el club ¿Qué pensarías?
Leo: Pues pensaría que es su picador
Josué: ¿Y si lo vieras con alguien como nosotros?
Leo: Pensaría que es su empelado o algún familiar.
Josué: Exacto, esa es la diferencia entre ellos y nosotros, esta lado de la compañía se enfoca en este tipo de clientes.
Leo: ¿Este lado?
Josué: Así la compañía tiene diversas divisiones, pero tú mi buen amigo no estás listo para esa conversación así que andando… vamos a socializar un rato.

Comenzó a transcurrir la noche entre tragos y saludos, todo relativamente bien pero hasta ahora no había recibido más que elogios… avanzada la noche un señor ya entrado en años, delgado, blanco, de pelo cano se acercó a nosotros.

—¿Y este Josué? ¿Es nuevo?
—Así es Don Miguel, nuevo y listo para lo que guste…
—¿Nuevo  de todos lados?
Pregunto el señor Miguel
—Así Es
Respondió Josué

Sentí las manos de ese anciano señor tocar mis nalgas… justo cuando se abre la puerta del elevador y entra un joven de unos 28, moreno, cuerpo trabajado en el gym, alto, robusto, tipo jugador de futboll americano, traía camisa vaquera y jeans, descuadraba con el resto… el señor miguel rápidamente se alejó de nosotros para ir tras él.

—Ese es Adán
—Lo trasfirieron de la otra división de la empresa a petición de algunos miembros… a muchos nos cae mal pues este lado no es para gente con su perfil pero el cabron está bien preparado, habla varios idiomas, estudios en ingeniería, maestría en ciencias, ha viajado más que muchos de nosotros, además dicen que venía de buena familia, solo que por malos manejos del padre perdieron todo,
Comento Josué.
—¿Y siempre son así las reuniones?
—De aburridas, generalmente si, los socios que nos toca atender son muy calmados.

De nueva cuenta se abrieron las puertas del elevador… esta vez entraron dos señores de cincuenta y tantos, uno un poco llenito y otro de aspecto más cuidado, alto, bronceado, con barba,
Se dirigieron directo a la barra.

—Ese que llego es el Vasco, un español que gusta de orgias, lluvia dorada, baños de leche, miados, fisting y sexo duro… he estado en algunas de sus reuniones, duran días, aunque está prohibido por la empresa en sus fiestas puedes consumir de todo…
—¿Y el de al lado?
—Ese no lo conozco, debe ser algún invitado de él.
—¿Se puede invitar gente?
—Los miembros con más antigüedad o que gastan más si, el resto no y en cada orgia el vasco se gasta una buena pasta.

Metidos en la plática estábamos cuando un mesero nos interrumpió…

Mesero: ¡Hola! Disculpen, los caballeros de la barra solicitan su presencia.

Era el vasco y su amigo… nos acercamos y el vasco jalo de la mano a Josué…

Vasco: Josué he traído un amigo, acaba de divorciarse, necesita pasar un buen rato, pero es nuevo en todo esto, he oído que tu igual tienes un amigo nuevo así que pensé en emparejarlos, aunque sea por esta noche…

Yo por mi parte estaba parado al lado del señor ese sin saber qué hacer, Josué por su parte tenia tomado de la cintura al tal Vasco.

Vasco: Anda León anímate un poco
Josué: ¿León?
León: Así es…
Josué: un gusto
Dijo extendiendo su mano.
Josué: Mire que conciencia usted se llama León y mi amigo se llama Leo.
Vasco: León, las coincidencias no existen, esto debe ser obra del destino.,
Dijo mientras se acercaba abrazar a su amigo.
Vasco: Anda Leo no seas tímido preséntate como se debe.

León se veía algo incómodo o ansioso…

Vasco: Anda Josué vamos por allá, dejemos que estos dos se conozcan.

Josué y el Vasco se retiraron dejándonos solos a León y a mí.

Leo: Mucho gusto, Leo para servirle.
León: Mucho gusto…

Me coloque al lado de él y el silencio se hizo presente… hasta que el hablo.

León: Tengo entendido que eres nuevo
Leo: Asi es
León: Bueno, al menos no soy el único que se siente incómodo esta noche.
Leo: Disculpe si usted gusta me retiro.
León: No, no, perdona, no lo decía por ti… lo decía por mi… mira que venir a un lugar asi a días de mi divorcio, no se me hace correcto…
Leo: Véalo como un distracto, como si fuera un bar cualquiera…
León, Un bar cualquiera con decenas de hombres dispuestos como callejeras…
Exclamo. Su comentario me tomo por sorpresa…
León: Disculpa, de nueva cuenta, ¡ahhhh! Ese Aitor… perdón Vasco, se me olvida que aquí no se dicen nombres ¡Joder!
Leo: Tranquilo Leonada todo hay una primera vez…
Le dije mientras tomaba su mano… él la retiro por instinto
León: Perdona tío, pero no me acostumbro aun a esto.
Leo; ¿A esto?
León: Si a la libertad, a  poder tomar de la mano o tocar a un tío sin miedo…
Leo: ¿Y qué podemos hacer?
León: Disculpa.
Leo: Si, ya estás aquí, ya eres libre ¿Qué podemos hacer? ¿O más bien que puedo hacer para hacerte sentir mejor?
León: De momento acompáñame con unos tragos…

Paso la noche y león y yo nos fuimos conociendo un poco más y más a medida que los tragos fungían como lubricante social.

León: ¡Joder! O sea que al final terminaste haciendo aquello que no quisiste hacer y por lo cual te despidieron.
Leo: Si, es ridículo ¿Verdad?.
León: ¡Así es tío! Aunque por otro lado si no fuera por eso no te habría conocido.
Me dijo mientras tocaba mi cara…
León: No lo había notado tienes ojos aceituna…
Leo: Y tu ojos color miel.
León: No esperaba nada de esta noche más que un mal rato y mírame aquí, bebiendo, charlando, en compañía de un joven muy majo…
Decía mientras su mano acariciaba la mía.
León: Para ser nuevo en esto te comportas muy bien… he estado con escorts que ni siquiera me dejan tocarles la mano o la cara.
Leo: No me lo creerás pero tal vez es por ti
León: ¿Por mí?
Leo: Si, eres muy interesante, además no sé, tienes algo que me hace sentir en confianza.
León: *Abrazándome* Gracias Leo, gracias por estar aquí conmigo esta noche…
Vasco: Vaya, vaya, vaya… que tenemos por aquí tortolos… ¿Qué les parece si vamos a otro lado más privado?
León: No, no, ya fue suficiente por hoy.
Vasco: No seas gilipollas y acepta León.
León: *Dirigiéndose a mi* estarías dispuesto a aguantarme toda la noche
Leo: Sin problema alguno.

Salimos de la terraza para dirigirnos a las habitaciones previamente asignadas para cada huésped… Josué y el vasco no pudieron esperar a la habitación y desde los pasillos se iban fajando… por su parte León iba en silencio caminando por delante, yo detrás de él… al llegar a nuestra habitación que estaba al lado de la del Vasco León quiso hablar con el Vasco, pero fue demasiado tarde Josué y el Vasco ya habían cruzado la habitación…

León: Pasa

Ya en la habitación

León: Leo ¿Te puedo pedir un favor?
Leo: Dígame
León: Hoy no hagamos nada o más bien solo quiero que hagas una cosa…

Me dijo mientras se acercaba a mí y desabrochaba mi camisa… intente besarlo pero él me detuvo “No, hoy no, hoy solo quiero hacer esto” dijo mientras me abrazaba fuertemente. Me tomo de la mano me llevo a la cama y…

León: Una de mis más grandes fantasías fue poder estar toda una noche sin preocuparme del mañana o de mi esposa, hoy quiero cumplir eso contigo. ¿Está bien?
Leo: Claro.

Sin darnos cuenta ambos nos quedamos dormidos… al día siguiente por la mañana los rayos del sol que entraban por el ventanal me despertaron…
Me pare a cerrar las cortinas y eso lo despertó.

León: ¿Te vas sin despedirte?
Leo: No, como cree… solo cerraba las cortinas…
León: Gracias… ¿Tienes algo planeado para hoy?
Leo: No
León: ¿Puedes estar conmigo lo que resta del fin de semana?
Leo: Por supuesto.
León: Perfecto

Después de desayunar con León, Josué toco a la puerta y nos retiramos para darnos un baño, al parecer Josué también pasaría el resto del fin de semana con el Vasco pues literal entro al depa, se bañó, se cambió y se fue… por mi parte espere a las indicaciones de León. El tiempo pasaba y no recibía ningún mensaje… “se arrepintió” pensé… paso una hora más cuando tocan a la puerta… abrí y era él.

León: Disculpa la tardanza, tenía mis dudas, ¿puedo pasar?
Leo: Adelante.
León: Leo, puedo pedirte un favor
Leo: El que quieras…
León: ¿Me abrazas?
Su petición me dejo un poco confundido pero acepte
León: Gracias… sabes nunca había estado así con nadie y menos con un joven tan guapo como tú.
Leo: Favor que me haces.
León: *Tomándome de los hombros* te lo digo en verdad, eres un tío muy majo, muy apuesto y sobre todo educado… mira que ayer no me hiciste ninguna pregunta personal, de dinero o incomoda, solo me escuchaste y me contaste parte de tu vida… y eso se agradece.
Sus palabras me hicieron sonroja run poco.
León: Anda tío, no pongas esa cara que me pones nervioso a mi también.
Leo: Bueno, bueno, ¿Un trago?
León: No, esta vez no, esta vez quiero estar sobrio y consiente de lo que hago…
Leo; Bueno mi estimado ponte cómodo estás en tu casa…
León: Gracias…

Se sentó en el sofá, de nueva cuenta el silencio se hizo presente… hasta que su mano se poso sobre mi pierna, yo puse mi mano sobre la de él… “Tranquilo, estamos en confianza” le dije mientras entrelazaba mis dedos con los suyos… nos volteamos a ver e instintivamente acercamos mientras labios para besarnos, el beso al principio fue tímido por parte de ambos, tierno, suave, poco a poco fuimos agarrando confianza, nuestros labios se unieron, nuestras lenguas jugaban entre sí, sus manos jalaban mi cara hacia él y yo hacía lo mismo… los besos comenzaron a ser más intensos, poco a poco comencé a bajar por su cuello, comencé a besar, lamer y dar leve chupetones en su cuello, gemidos de placer comenzaron a salir de él, mis manos rápidamente comenzaron a desabrochar su camisa, dejando al descubierto unos pectorales velludos y trabajados, seguí bajando al mismo tiempo que terminaba de desabocar su camisa, mis abios se fueron sobre sus pezones, León se acomodó en el sofá, yo comencé a besar, lamer, chupar y mordisquear sus pezones, cosa que le encanto a León “¡Joder tío! Sigue así macho ¡sigue!” Me decía mientras con mi boca estimulaba uno de sus pezones y con mi mano su otra tetilla, con la mano restante acariciaba su bulto que comenzaba a crecer… trate de desabrochar su pantalón pero él me detuvo… “No Leo, no, aun no” me dijo mientras se ponía de pie y me levantaba al mismo tiempo, tomo mi camisa y sin avisar la reventó dejando al aire mi trabajado cuerpo, me abrazo de nueva cuenta esta vez más fuerte, podía sentir yo los vellos de su cuerpo con mi torso…

“No sabes cuantas veces desee estos” me dijo con malicia mientras acariciaba mi espalda y mis nalgas… nuevamente comenzamos a besarnos.me llevo contra la pared, “no hables me dijo” y comenzó el a besarme la orejas y acariciar mi bulto… de mi boca solo salían gemidos tapados de placer… su mano masajeaba fuertemente mi miembro… abrió mi bragueta y lo saco… “Pero que trozo tienes cabron” me dijo mientras comenzaba a besar mi cuello…. Bajando hacia mis pezones, “menudo par de tetas que tienes” dijo antes de comenzar a chupar fuertemente mis pezones causándome placer y dolor, él lo notaba y al parecer le gustaba pues aumento la intensidad de sus succiones, yo solo podía retorcerme de placer, trataba de separarlo de mi pero con firmeza sujeto mis manos contra la pared como diciendo “¡Quieto!”, mi cuerpo se tensaba mientras el apretaba violentamente mis pezones con dedos, retorciéndolos, jalándolos, pellizcándolos…

“Eso, así, calladito cabron… así me gusta que obedezcan” dijo mientras seguía pellizcando mis tetillas… de repente siento alivio al no sentir la presión de sus manos en mis pectorales pero poco me duro el gusto pues recibí sus puños en mi pecho “¡Ahhhhhhhh!” exclame, con una mirada fuerte me le quede observando “¿Qué cabron? Alguna queja”, moviendo la cabeza de lado al lado le indique que no “Así me gusta que aguanten” dijo mientras me daba unas leves cachetadas en la mejilla… volvió a besarme, esa vez más fuertemente, sus manos ahora estaban concentradas en mis genitales. Acariciaba mi miembro y apretaba mis bolas… sus besos eran más violento y de repente “Ahhhhhhh” me mordió fuertemente el labio causándome un leve sangrado al mismo tiempo que me apretaba fuertemente las pelotas… doblándome del dolor, León me empujo contra el suelo poniéndose encima de mí, alzando mis brazos y comenzando a lamer y oler mis axilas…

“Que rico hueles, hueles a hombre a macho ¿A qué olerán tus bolas?” Se preguntó en tono irónico mientras desabrochaba mi pantalón… “Las tienes peludas, me gusta” dijo mientras metía su cara entre mis piernas… “pero que huevas más pesadas tío, parecen de toro” dijo mientras con su mano las tomaba como si las pesara… “¿Cuánta leche no tendrás aquí cabron?” Dijo antes de meterse uno de mis huevos a su boca, lo chupaba, lo apretaba con su lengua, lo jalaba con su boca, lo hacía violentamente causándome algo de dolor, trataba de no demostrarlo, pues eso parecía que eso le excitaba… comenzó a mamarme fuertemente el miembro mientras con sus manos se desabrochaba y quitaba el pantalón, cuando yo tenía mi miembro ya a tope me giro y así con el pantalón en las rodillas sin poder abrir bien las piernas el muy cabron puso su miembro entre mis piernas, se sentía grueso, baboso y caliente… torpemente buscaba mi hoyo hasta que lo encontró “Prepárate cabrón” me dijo mientras intentaba penetrarme…

— “Ahhhh, mmmm, nooo — Decía yo, a lo que enojado contesto: “que no hables” al mismo tiempo que me daba un golpe en la espalda.

Traté de ponerme de pie, cosa que le molesto y paso su cinturón por mi garganta y lo jalo hacia atrás… “De aquí no te vas con el culo intacto cabron” me dijo al tiempo que seguía intentando penetrarme, hasta que en una de tantas lo logro “arggghhhhhh” apretaba los dientes para aguantar el dolor “eso puta, eso… aprieta más, aprieta más, siente como te parto en dos el culo zorra” decía mientras empujaba su pelvis contra mí, metiendo más y más, lentamente su trozo de carne, yo quería incorporarme pero el pantalón en mis rodillas, el cinturón en mi cuello y su fuerza sobre mi lo hacían imposible…

“¿Te creíste el numerito del maricen temeroso y primerizo? ¡Jajaja pendejo!, era para que bajaras la guardia y lo logre”… “a mí me gusta así, a lo bestia, a lo cerdo, a la fuerza… anda cabrón, anda, defiéndete, muévete, apriétame  mas la verga que con cada esfuerzo te la meto más” decía el sádico sujeto mientras seguía abriéndose paso entre mis pliegues, el aire comenzó a faltarme, creo que lo noto peor no dejo de hace presión con el cinturón, creo que perdí el conocimiento unos momentos pues al abrir los ojos ya no tenía el cinturones en el cuello…

“¿Ya despertaste trolo? a ver si ahora poner un poco más de resistencia cabron” dijo en tono retador mientras yo intentaba incorporarme, cuando una serie de golpes en las costillas me volvieron a tumbar…. “¿sientes cómo te tengo empalado putito? Ya te la tragaste toda, siente como la tienes hasta los huevos, siente como te empujo las tripas, siente como rebotan mis huevos con tus nalgas blancas y lampiñas ¡Zorra!… te gusta putito te gusta?” Me preguntaba mientras me jalaba el pelo hacia atrás con una mano mientras con la otra me daba fuertes y sonoras nalgadas… “contesta trolo de mierda, aprende a responder cuando te habla tu macho”, me dijo mientras me daba una fuerte cachetada…

“¿No vas a hablar? Bueno” dijo en tono retador mientras metía sus manos en mi boca y me jalaba de las comisuras de los labios hacia  atrás… “¡Eso cabron! ¡Así!  ¿Ya te rendiste? Siento tu culo menos tenso…  ya te diste cuenta que no hay escapatoria, ¿ya entendiste que está siendo follado por un macho de verdad? los putos como tu merecen ser tratados así, como animales, no son más que putas, solo un jodido agujero donde los hombres vaciamos nuestras cargas” exclamaba mientras aumentaba sus embestidas… sin avisar me saco su miembro de mi culo, yo me desplome por completo contra el piso, sentía alivio de no tener su peso, encima mío, ni su verga dentro de mi o sus manos golpeándome… tomo mi pantalón y me lo saco por completo, yo seguía allí en el piso procesando la situación “voltéate” ordenó… me voltee y pude verlo allí de pie, con su verga erecta que fácilmente superaba los 20 cm, más grande que la mía de 18 cm,  “

«Esta es una polla de macho, de hombre, no como la que tú tienes” dijo mientras aplastaba mis genitales con su pie… ahora ábrete bien esas nalgas que te voy  follar como se debe… dude en hacerlo, la situación me era más que incomoda… pero el no recibiría un no por respuesta ¡anda! Me grito mientras con el cinturón me azotaba… “Ahhhhhhh ya, ya, basta…” exclame en tono de súplica

“Obedece puta ábrete las nalgas” me dijo nuevamente… sin más opción alce mis pies ofreciendo mi lastimado culo “¡Jajaja!” Se rio fuertemente “no cabe duda que eras nuevecito” dijo,  lleve instintivamente mi mano a mi culo y pude sentir como un hilo de sangre salía de mi culo… “con tan poco ya te desflore” dijo en tono burlón… lo que sigue fue simplemente salvaje, alzando mi pelvis lo más que pido comenzó a taladrarme con fuerza con furia, con ira, mientras no dejaba de pellizcarme los pezones, golpear mi pecho, morder mis piernas y pantorrillas… podía ver su cuerpo peludo sudar y tensarse por el esfuerzo, la cogida se hacía cada vez más salvaje y brutal….

“Ojalá pudieras ver tu cara cabrón, esa cara de machito, ahora toda roja a punto de llorar por que un macho de verdad te está rompiendo el orto maricón” decía mientras me abofeteaba… “no lo niegues, te gusta, te encanta o no te dejarías hacer todo esto” me decía mientras me bombeaba con furia “¡anda zorra grita! pide más, pide más…  ¡Que pidas más!” Exigió tomándome del cuello y apretándome con fuerza mientras me dejaba en lo más profundo de mí ser su potente miembro… “¡más mas! Dame más” dije con el poco aire que me quedaba, “Eso, así me gustan, obedientes…” sin avisar me la volvió a sacar, me giro un poco y puso solo una de mis piernas en su hombro quedando yo en forma de ”L” y así en esa nueva posición siguió follandome  mientras con una de sus manos no dejaba de aplastarme mis huevos… “Ya vente” le dije casi como suplica… eso lo paro en seco…

“¿Qué? ¿Qué me venga? ¡Tú no me vas a decir qué hacer zorra!” me dijo dándome un puñetazo en el estómago… “Aquí el que manda soy yo” grito furioso… “Ahora a comer culo por puta” exclamo mientras se ponía de pie para ponerme su culo en la cara… “¡abre la boca zorra y cómeme la raja!” Dijo…

El muy cabrón se daba de sentones sobre mi boca… “¡mueve esa lengua que no la siento!” Dijo mientras aplastaba mi cara con sus nalgotas peludas… “¡Baaaa! Ni para eso sirves maricona”… dijo mientras se paraba para sentarse en sofá, “anda venid en 4 como la perra que eres y chúpame el rabo hasta que me venga…” dijo mientras jugaba con su verga… sin ganas pero con la esperanza de que ya terminara me fui gateando hasta el… casi a llegar a donde estaba me detuvo con su pie… “chúpame el dedo gordo… “nuevamente sin más opciones obedecí… después de un rato me dijo: “voltéate” y con su dedo ensalivado empezó a metérmelo en mi abierto culo… su píe en mi cola me causaba dolor, pero al parecer a él le excitaba, pues comenzó a masturbarse más y más “¡Mirad que obediente salió esta perra!” se decía a si mismo mientras empujaba más sus dedos del pie en mi culo…  

“anda cabrón ven por tu leche que estoy a punto…” grito excitado, mientras se jalaba su largo miembro con violencia… “eso ven, ven abre la boca así toda” dijo mientras se masturbaba, “me corro, me corro me corro” grito mientras me tomaba de los pelos y me metía su vergota hasta la garganta… sentí como sus chorros de leche caían directamente en mi garganta,,,, ¡anda cabron trágate toda la lefa, comete la leche, es toda tuya trolo” gritaba mientras me sujetaba fuertemente al cabeza para que no me pudiera sacar su miembro de mi boca… trague toda su espesa y caliente carga de semen, y hasta que acabo de disparar la última gota me la saco de la boca, al terminar se acomodó en el sillón para descansar un rato… “ven, recuéstate conmigo” me dijo… desconfiando de sus intenciones obedecí…

El tiernamente comenzó a acariciarme la cabeza… “ya, ya calmado, es normal que te sientas así, fue tui primera vez y te toco con un macho cabrío, puedes llorar si quieres lo entenderé…” sus palabras me dieron un poco de tranquilidad y en efecto de mis ojos salían unas tímidas lágrimas, “tranquilo, tranquilo, con el tiempo te acostumbraras, hoy haz echo un buen trabajo y te llevaras no solo una buena paga si no también una propina”. Pasados unos minutos así, luego se paró se cambió y se fue… a los pocos minutos llego una notificación a mi celular, era de mi banco, acababa de recibir una jugosa transferencia… yo seguía allí en el sofá, echo bolita, pensando en lo sucedido y en si era esto lo que quería… pero después recordé la notificación del móvil era mi sueldo de casi tres meses en la compañía donde trabajaba antes ganado en apenas en un par de horas….

Seguí en el sofá sin darme cuenta del tiempo… llego la noche Josué no llegaba… supuse se quedaría hasta el otro día con el vasco… y así fue como tuve mi iniciación en este mundo… espero que los próximos clientes sean mas tranquilos.

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