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La primera vez con mi primo

Todo comenzó en el 2012, yo tenia 17 años en ese entonces y se acercaban las fiestas decembrinas. En ese tiempo la familia de mi madre solía juntarse para pasar juntos la navidad y el año nuevo.

Todos los 24 de diciembre era como tradición reunirnos en la casa de cualquiera de mis tías; ese año justamente tocó en mi casa. Confieso que la relación con mis primos no es muy amena y menos ahora que ya perdimos contacto, pero esa noche todo cambió.

Como han de suponer, al ser primos hermanos la confianza abunda y a esa edad ya era notorio que mis preferencias sexuales eran hacia los hombres. Ellos no lo sabían, pero supongo que se lo imaginaban.

Llego la fecha, pero en mi familia las visitas tienden a llegar un día antes para ir ajustando las cosas de la cena y demás Por lo mismo de mi orientación no soy muy apegado a los hijos de mis 2 tías, solo con uno pero el no asistía por el hecho de que trabajaba (en total tengo 3 primos de esas 2 tías).

Para no hacer tan larga la trama justamente ya en la hora de la cena yo notaba a uno de mis primos muy interesado por entablar una conversación conmigo, lo admito, me sacaba de cuadro pero sentía que era normal, pues los demás eran adultos y nosotros éramos los más chicos. Llegó la hora de dormir, y mi casa esta constituida por 3 piso,s el segundo piso son 2 dormitorios y el tercero mi cuarto. Ya acomodando los lugares mi primo se iba a quedar conmigo.

En el momento de entrar a mi dormitorio sentía a mi primo muy cerca de mi; soy una persona muy despistada así que pues lo tomé muy normal.
Cuando empece a desvestirme frente a un espejo que tengo sin darse cuenta él, note que me miraba y se tocaba, esto me saco de onda, pues esa situación era rara aunque en ese mismo momento también me hizo sentir deseado por primera vez en mi vida.

Creo que ese coqueteo me prendió, así que intente seguir el juego de seducción yo quee siempre he usado ropa ajustada, ese día llevaba unos al calzoncillos blancos medio transparentes, los cuales hacían que mi piel rosita se transparentara mucho. Acá en México les llamamos truzas.

Cuando lo volteo a ver haciéndome el occiso de lo que había visto en el espejo, vi que su mirada era seductora caliente y se centraba poderosamente en mi culo, el cual había dejado poquito al aire pues intencionalmente no había subido completo mi truza, dejando a sus ojos el inicio de mi rayita.

Decidí ignorarlo y mejor meterme a mi cama; él no perdió un solo segundo y rápidamente se despojo de su vestimenta e ingreso al instante a la cama. Yo le di la espalda y él a mi, así que pensé que la situación culminaría ahí ya que no me daba a la idea de tener algo con mi primo y más por que en ese tiempo aun era virgen.

Para mi sorpresa, justo cuando comenzaba a quedarme dormido, él empezó a moverse de una forma rara, y yo sentía curiosidad por qué tanto movimiento. Entonces me atreví a lanzar mis pies hacia él y hacerle caricias con ellos el luego luego accedió y sentí su mano enorme en mi trasero.

La sangre me fluía muy aprisa, él gira y se arrima hacia mi instantáneamente sentí su erección me quede pasmado por no saber que hacer; él susurrándome al oido me decía que esa noche sería su perra.

Yo me quedaba en silencio mientras que con sus manos recorría cada centímetro de mi cuerpo. Estaba tan excitado que no oponía resistencia. Prácticamente me estaba dejando hacer de todo por mi primo tres años mayor que yo. Sus movimientos me decían que él ya tenía experiencia en eso.

Entonces me bajo el calzón y comenzó a rozar su pene en mi trasero.

Yo sentía mucho miedo por el hecho de aun ser virgen y más aún por el hecho de que nuestra familia estaba solo un piso bajo nosotros. Sin embargo la calentura era mucha así que me armé de valor y gire hacia él, quedando de frente, entonces comenzó a besarme de una manera tan salvaje, llenándome de saliva, como queriéndome comer, hasta me mordía con sus colmillos mis labios.

Eso hizo que mi pequeño pene se pusiera al cien, y de inmediato quisiera venirme, solo de sentir sus besos y sus jadeos en mi oreja. ¡Vaya forma de pasar la navidad!

En eso estábamos cuando noté que trataba de bajar mi cabeza entre las cobijas, era obvio, quería sexo oral. No opuse resistencia, así que de inmediato baje hasta encontrarme con su miembro el cual no era muy grande ni muy grueso pero encajaba muy bien en mi boca. Al parecer le encantaba lo que le hacía ya que me daba unas embestidas muy fuertes y salvajes. Soy de los que les gusta atascarme toda la verga de un solo golpe y después de eso no soltarla hasta que de plano me falte el aire, por lo que cuando la sacaba de mi boca venía llena de saliva mía y de su precum.

Su verga era morena, alargada y delgada, con unos pelos como de recién crecido color oscuros que tallaban mi nariz cuando me metía toda su verga.

La verdad es que duramos así un buen rato hasta que se vino en mi boca. No me preguntó así que de un momento a otro me tragué todo su semen, el cual sabía delicioso y súper calientito en aquella noche de diciembre.

No hubo necesidad de que me penetrara y mejor aun así, porque no me sentía preparado para perder mi virginidad con él, aunque me hubiera encantado.

Toda esa noche no dormimos entre manoseos, masajes y por supuesto una mamada de mi hacia él durante toda la noche.

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