🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥
Todo empezó hace como un año cuando Mario llegó a la colonia; yo lo veía pasar todos los días en su camioneta con los muebles que vendía y algo en él llamaba mi atención.
Una tarde fui a comprar a la tiendita que queda a la vuelta de mi casa y tengo que pasar por casa de él y cuando regresaba estaba Mario con unos amigos pero como todo macho, les agarro las nalgas y le metió el dedo por encima del pantalón.
Ver la escena me sacó de onda pero pensé «este wey le hace a la mamada y lo sabe ocultar», cuando pasaba frente a él se acerca y me saluda
Mario: Güero loco- me da la Mano para saludar y me rasca la palma, (en algunos lugares, se tiene la creencia de que es para sexo). Yo solo me límite a reírme y decir -que onda- y seguí con mi destino.
Pasaron los días y él pasaba por las tardes, solo que cambió su forma de ser, se quitaba la camisa obvio no es un hombre marcado, tiene una panza pequeña, brazos grandes, un tatuaje en el brazo izquierdo que le abarca parte del pecho y cuando usa shorts tipo jugador de fútbol, se le notaba un paquete enorme.
Era rara su actitud porque cuando estaba con su esposa o pasaba con ella no saludaba e incluso ni volteaba a verme, pero cuando no iba ella o no estaba presente, literal casi se bajaba de la camioneta o salía a la puerta de su casa a salúdarme, y cuando no podía por equis motivo, sentia su mirada, me veía con morbo, y yo también, sin embargo siempre había un motivo por el cuál él o yo nos teníamos que mover sin poder hablar «bien».
Ya mis intenciones eran grandes de querer tirarmelo, solo que no se daba esa oportunidad de hablarle sucio.
Mis ganas eran cada día más de comerlo, buscaba la forma de coincidir con él, cuando saliera de su casa o algo así, ya quería irme sobres.
Fue un día que Mario estaba en la esquina hablando por teléfono mientras yo salí a ver unas cosas con una vecina y cuando pasé por donde estaba él dijo – si te agarro ya no te suelto- y se empezó a reír e hizo como que era en la llamada. Yo solo lo mire de arriba abajo y le sonreí.
Terminé rápido mis diligencias y regresé, él seguía ahí, solo pensé “es ahora o nunca» y al verlo ahí parado ya sin el celular en la mano, me imaginé que él también esperaba esa oportunidad, y fue así.
Cuando pasaba frente a Mario volvió a hablar “qué plan traes güero loco” y yo me detuve y respondí “ninguno, pero si me vas agarrar que sea temblando las piernas” le dije con una seña de oral con la mano a lo que él se sorprendió y me dice “cuando quieras, que todo quien prueba, repite”
Yo al oírlo decir eso me puse rojo y mi excitación fue tanta que me valió y le agarre la verga sobre el shorts, evidentemente por todo el juego previo ya la tenía parada y gruesa, así que me metí al baldío que estaba detrás y él me siguió, llegó por atrás, diciendo al oído.
- El chacal y el dildo
- De joven me vendí por un celular nuevo
- Los canales Nopor que tienes que seguir en Telegram
-pinche putita, sé te que te encanta la vrga, la pides a gritos, pero ya llegó tu papi.
Eso me terminó de calentar, estaba dilatado, mi fantasía de comerme a ese hombre chacal se iba hacer realidad; me giré, le di un beso el cual me siguió, estábamos calientes.
Él bufaba, sentía como su cuerpo se calentaba más y más, cuando de pronto sentí sus dedos dentro de mi, me bajé hacerle un oral, le olía rico la vrga, limpia, tenía mucho precum y sabía riquísimo, no tardó en venirse y le pedí que me los echara en las nalgas, quiso meterla y venirse dentro pero no quise, era la primera vez que lo veía.
Finalmente terminamos, le limpié la verga con la boca, me metió los dedos en mi culito hasta venirme sobre mis propias manos siguiendo ahí en cuatro para facilitar que mi chacal me dedeara a su gusto. Fue riquísimo.
No despedimos, y solo me dijo -ese culito es mío, y ya tendré la oportunidad, de comerlo tranquilo, quiero verte arriba así como andas en la moto.
Nos nos salimos del baldío sin que nadie nos viera. Antier salí a comprar en la tarde, y estaba Mario hablando por teléfono, en la misma esquina cuando regrese tenía la verga de fuera y me dijo -te está esperando para que te sientes-. Se paró me dio un beso y se fue a su casa. Cada vez es más desinhibido.