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Me ligué al profe de música

Cuando él comenzó a trabajar conmigo era muy tímido, no hablaba con nadie y se veía hasta medio pendejo… nadie imaginaría el animal enorme que guardaba bajo sus pantalones.

Pagado por el gerente

Luego de una fiesta en la oficina, me volví amante de mi gerente, y ahora en cada hora de comida él le decía a su esposa que iba a junta y mientras cogíamos como loco.

Un par de mecánicos

Los dos trabajaban en el mismo taller de reparación de coches y eran íntimos amigos; ambos tenían 24 años y como buenos futbolistas que eran, tenían cuerpos bien formados y ni una pizca de grasa.

Todo por tener trabajo

Me había quedado sin trabajo al inicio de la pandemia y estaba dispuesto a hacer todo por conseguir algo para mantenerme. El wey que me entrevistó si que aprovechó mi necesidad.

Gustavo y el gym (@panitasvzla)

No logre dominarlo porque hizo un movimiento de repente y enterró ese guebo como de 19cms de un solo coñazo por lo que perdí la fuerza de piernas y brazos, esa mierda me dolió y caí sobre él, me abrazó duro y comenzó a darme verga sin parar sin importarle mi dolor.

Mi tío me dió a mamar su verga….

Cuando mis primos me invitaron a pasar navidades con ellos, no pensé que me dejarían solo con mi tío, quien aprovechó todas las vacaciones para consentirme en la cama.

Un angelito universitario

Desde hacía mucho tiempo me había fijado en un jovencito, como de unos 18 años, que estudiaba en la Universidad. Siempre lo veía y eso provocaba que despertaran ciertas emociones en mí, pero nunca había tenido la oportunidad de hablarle y que se viera casual.

Un respiro en Bangkok

Estaba de viaje en Bangkok y en mi primer noche decidí salir a recorrer la ciudad. Justo en un bar gay me encontré a mi nuevo amigo, Jey.

Poppers con mi vecino

Recién había llegado a mi nuevo edificio cuando descubrí que lo único bueno de aquél lugar era mi vecino de abajo, un hombre de muy buen cuerpo.

Mi primer experiencia con un casado

Estuvo trabajando en casa de mis papás un tiempo, y el último día, cuando me tocó ir a su casa a pagarle, el ganador fui yo. Él tenía 30 años y yo 22.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.