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Me volví la amante de mis vecinos mecánicos

Soy una persona muy ocupada, siempre ando de arriba para abajo y a veces salgo y llego corriendo a casa. Justo en frente hay un taller de mecánicos, pero hay uno en especial que me veía detenidamente. Él es gordito, moreno, panzón, chaparro y muy feo; yo pensaba que era porque yo soy medio amanerado a pesar de ser alto, fornido, con las nalgas paradas, se nota que hago ejercicio pues. 

Un día llegué a casa después de hacer ejercicio, cómo a las 9 de la noche y todavía estaba abierto el taller, traía una playera de licra muy pegada y unos shorts muy pequeños, sin calzones; y sandalias. Sentí la mirada penetrante y estaba ahí afuera él, viéndome, fumándose un cigarro y sobándose la verga. Volteé, dije buenas noches y sólo levantó la mano. Me dió mucho morbo así que decidí ir con él: 

Yo (Y): Buenas noches ¿Cómo estás?
Mecánico (M): ¿Qué se te ofrece?

Me dí cuenta que estaba poco ebrio y se sobaba la verga más descaradamente. 

Y: Fíjate que mi carro trae un ruido, me gustaría saber cuándo lo puedes revisar.
M: Tráete tu carro, lo reviso de una vez.

Fui por mi coche lo metí al fondo de la cochera y cuando estaba bajando, él ya había cerrado el portón. Yo abrí el cofre. 

M: A ver ¿Dónde le suena?
Y: (Me acomodé para ofrecerle todo mi culo, y según yo decirle de dónde venía el sonido) Por aquí según yo pero está como muy adentro
M: a ver estírate más a ver si alcanzas
Y: (Me estiré y paré completamente mi culo) Aquí, creo
M: (Sin decir, ni agua va, bajó mi short y me empezó a mamar el culo)
Yo empecé a gemir de placer y a moverle el culo de arriba para abajo, me empezó a dar nalgadas y a decir: 
M: Yo sabía que eras una puta, le dije a todos estos morros que ibas a ser mi perra. 

Yo seguía gimiendo de placer. Me jaló y me puso de rodillas y sacó su vergota, igual de gorda que él, mi mano no cerraba, me la metió y me empezó a coger por la boca mientras me jalaba el pelo para poderlo ver a los ojos. Me escupió y yo sólo gemía y sacaba saliva por la boca, mis ojos llorosos. Me cogió por la boca hasta que se cansó.

M: levántate y vamos al cuartito. 

Me levanté y me dijo, pero quítate la ropa y camina delante de mí. Obedecí y me dirigí al cuarto. 

M: Me voy a acostar y te vas a montar puta.

Se acostó y me subí en él. Yo estaba muy excitado y me tenía con el culo palpitando. Su verga entró sin dificultad. 

M: Hija de tu puta madre, mi esposa se queja cada que se la meto y las putas me corren porque les duele y tú hasta gimes. 

Me la metió de un sólo golpe e inevitablemente grité fuerte de placer. 

M: Muévete tú sola puta, hasta que me saques toda la leche. 

Procedí a moverme de arriba para abajo, y cada que sentía cómo topaba con mi próstata sentía mucho placer por lo que mis músculos apretaban. No duramos ni 5 minutos cuando se vino a chorros, me dejó el culo escurriendo de su leche. Estábamos muy agitados y yo estaba por salirme. 

M: ¿A dónde vas? Ya ví que eres una puerca y te encanta mi verga, vuélveme a deslechar. 

Y yo feliz seguí montándolo, pero mis piernas se cansaron:

Y: Me puedo bajar, es que me duelen las piernas.
M: Así me gustan, sumisas y obedientes. Bájate y acuéstate boca arriba, abre las piernas y prepárate porque te voy a dar una verguiza, por puta y ofrecida.

En ese momento me acosté boca arriba y como tengo mucha elasticidad, aproveché para mostrarle. Cuándo me vió abrirme con esa destreza sus ojos brillaron, se agachó a mamarme el culo, así chorreando de su leche.

Y: por favor métemela de nuevo.

Se levantó y mientras me metía la verga, me empezó a besar. Sentí el paraíso. Se agarró cogiéndome con una destreza y habilidad que sinceramente no pensé que fuera a tener. Ahí me tenía, taladrándome, rebotando sus huevos y su panza en mí. Mientras me veía y noté que su mirada cambió, como de enamoramiento. Correspondí a la mirada. 

M: Ya me voy a venir mi amor ¿Dónde los quieres? 
Y: en donde tú quieras papito hermoso. 

Y dando 3 golpes fuertes me empezó a llenar de leche de nuevo. Ambos estábamos sudando, y se dejó caer en mí.

M: abrázame con las piernas y los brazos mamita hermosa

Lo abracé como me dijo y me empezó a besar con mucha dulzura, después mi rostro y fue bajando hasta mis tetillas, las lamía y mordisqueaba con muchísimo cuidado y placer que hizo que yo me empezará a retorcer de gozo. Metió una de sus manos en mi culo y con sus dedos presionaba mi próstata. 

Y: Ahhhhhhhhhhh

Estallé de placer y me vine con él encima. Mi leche quedó entre su panza y la mía. Se puso de lado y me acomodó para que me acostara en su pecho, mientras me seguía agarrando las nalgas. Ambos estábamos muy agitados y estábamos recuperando la respiración. Me acariciaba el pelo y me besaba la cara. 

M: Discúlpame por haberte hablado así mamita hermosa, eres una reina, déjame estar contigo por favor. 
Y: No te preocupes, me gusta que me hablen así en el sexo, y pues no puedo estar contigo porque eres casado.
M: mi esposa no vive aquí, la veo cada 6 meses y necesito a una reina de planta ¿Quieres ser mi reina?
Y: está bien, ¿Me vas a coger seguido?
M: las veces que mi reina quiera, aquí está su macho para complacerla, para que ya no se ande metiendo a casa de otros vecinos y escuchar cómo se la bombean, mejor que escuchen cómo me la bombeo yo. 
Y: bueno, vamos a ver si así me coges siempre, y dejo de buscar otras vergas.

En ese momento volteó enojado, me tomó del cuello y con la mirada llena de ira me dijo: 

M: Ahora eres mía perra y a nadie le vas a dar las nalgas más que a mí. Sí no, voy a subir el vídeo de seguridad donde me la estás mamado ¿Entendiste?

Eso me hizo sentir muy excitado y le sonreí.

Y: sí papito pero suéltame que me estás lastimando.
M: perdóname mi reina pero no quiero que compartas ese culo con nadie más.

Le di un beso en la boca y me bajé a mamarle la verga otra vez, ya no se le paró pero se la dejé limpia. Subí y le dí un beso. 

Y: gracias por revisarme el ruidito que traía mi carro.
M: mínimo 4 veces a la semana vas a tener que traerme tu carro para revisarlo y cuando a mí se me antoje, mis compañeros me van a ayudar a revisarlo ¿Entendiste?
Y: sí papito, lo que tú digas. 

Tengo 8 meses viéndolo mínimo 4 veces a la semana. A los 4 meses que empezamos nuestra aventura, se fue 1 mes y seduje a 2 de sus compañeros. Me cogieron en diferente momento. A él lo veo en las noches y a ellos en la mañana. Ahora cuando salgo de casa saludo y me despido. Sin ellos saber que 3 son mis amantes. Los 3 me dan regalos y yo les aguanto sus vergas como sus esposas no lo hacen.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.