Relatos eróticos gay en español
Creci en una familia de seis hermanos. Me crie en el estado de Sinaloa, Mexico. Mi hermano mas grande, Armando, tenia 22 años y yo tenia 9 añor cuando sucedio por primera vez. Nos criamos en un rancho de mis Leer más
Cuando los Wapayasos se hicieron famosos comenzaron los imitadores. Pues esta es la historia del show pirata que se convirtió en orgía.
Fue el momento o nos coordinamos por qué él salió en bata de baño y nos coordinamos por qué al ponerme de pie él salió del baño al mismo tiempo sentí una empatía en su mirar que solo me puse de cuatro en la orilla de la cama.
Me bajo el shorts me levanto con sus brazos de ambas piernas y me cargo el estando de pie me subió a su pecho y me tenía bien abierto por mis piernas a los costados de los brazos yo ansioso por lo que iba a pasar
Él sin mediar palabra se subio a horcajadas sobre de mi y dirigiendo mi pene a su ano se dejo caer gimiendo de placer puro yo también gemi al sentir su amo alrededor de mi pene y empezó un sube y baja frenético
Me pidio que me descubriera los genitales, según él para revisar la posible infección en vías urinarias. Yo baje el pants hasta las rodillas y comenzó a tocarme. Hasta ese momento yo pensaba que era rutina. Me tocó los huevos, me recorrió el prepucio, me reviso las ingles y el escroto.
En ocasiones lo veo parado y no puedo creer que ese culote soy yo quien se lo está comiendo. Ya llevamos tres mese y se hizo adicto a mi verga y yo a su culo así que nos buscamos a cada rato.
Se lamió el dedo y lo volvió a introducir; lo hizo repetidas veces hasta que sentí dos de sus dedos adentro de mi. Metió sus dedos en mi boca y me dijo «para que veas lo rico que sabe tu culo» acto seguido me los volvio a meter por el culo y segui mamando mientras yo solo me masturbaba.
Me dice «qué te parece?» lo cual le digo «está muy buena la verga Fer» y él se acerca. Yo sin dudarlo la tomé con mis manos lo cual sentí q se estremeció y comencé a subir y bajar mi mano en su miembro.
Tenía un culo hermoso que se le dibujaba bajo el short de licra con el que se ejercitaba; yo apenas pude lo voltié para bajarle ese trozo de tela y comerme su riquísimo par de nalgas blancas.