Júgabamos en un parque Basquet Ball y mis compañeros me botaron del equipo por un error que les costo dinero, pues habíamos apostado con otro equipo. Salí muy molesto y empecé a caminar a casa, oí que alguien me pedía que me detuviera y al voltear vi a un hombre negro muy alto quien se presentó.

Al verlo quedé boquiabierto, pues era una estrella del equipo universitario de Basquet, un ídolo. Me miró y me dijo que podía enseñarme a jugar para que no se burlaran de mi. ¿Qué edad tienes?, pregunto, y le respondí que 15. En unos meses serás el mejor de tu grupo, pero tienes que obedecerme.

Empecé a entrenar solo con el en un parque, tenía 22 años y pronto se iría a jugar al basquet profesional.

Después de 2 semanas jugaba mucho mejor y Mike me invitó a ver unos videos en su casa. Hacía mucho calor y Mikel se desvistió quedando solo en interiores. Lo miré y vi su fuerte y delgado cuerpo, su oscura piel, y su bulto que no disimulaba para nada, y sentí envidia de ser mujer.

Ese pensamiento me aturdió. Vimos unos videos de basquet y me explicó varias cosas, entonces me dijo que tenía unos videos más picantes, y puso un DVD con videos eróticos. En uno de ellos había una pareja homosexual, él era negro y el pasivo rubio. Ví como se erectaba el pene a Mikel, y entonces me dijo: Tu y yo haríamos una hermosa pareja, ¿no crees?.

Mi sexo se paró con violencia y el me abrazó y empezó a hacer cosquillas. Mirá como te pones de solo imaginarlo, decía. Yo traté de zafarme, pero el era mucho más fuerte. De pronto me colocó boca arriba en su cama e inmobilizandome los brazos empezó a besar mi boca. Al comienzo me resistí, pero no podía hacer nada, y sus besos me gustaron, así que lo deje besarme, después de un rato empecé a responder a sus besos.

Bajó por mi cuello, vientre, piernas, y al llegar a mis pies empezó a lamermelos. Aquello fue demasiado rico, y fuerte, traté de resistirme, pues me estaba volviendo loco de placer, entonces beso mis pantorrillas muslos, nalgas, y espalda. Empecé a gemir y no me importó nada, entonces llevó su boca a mi ano y empezó a estimularlo con sus labios y lengua.

Yo solo gemía de placer y mi cola se levantaba sola, era como si no obedeciera a mi cuerpo. Sentí uno de sus dedos en mi ano, estaba muy baboso y resbalo profundamente dentro de mi. Me dolió un poco, pero fue soportable. No se cuanto tiempo me trabajo dilatandome, solo se que al colocar su pene en mi ano, lo empujó suavemente y sentí como su grueso glande llenaba mi agujerito, pero Mikel arremetía más y más profundo con cada embate.

Empecé a sentir dolor, no muy fuerte, pero a pesar de mi excitación tenía miedo y gemía haciendole ver mi dolor, entonces retrocedía y volvía a cargar.

De pronto empujó su pene pidiendome que me resistiera apretandolo, sentí como se hundía a pesar de mi resistencia, me canse y cedí, entonces cada cm de aquel maravilloso sexo se deslizó en mi cuerpo. Sentí una punzada aguda que me causó dolor, pero al sentirme completamente unido a el, tuve un intenso orgasmo.

No se si me gustó o no el dolor, solo gemía con lujuria y Mikel empezó a montarme. Fue algo maravilloso sentirme unido a el, entir mi cuerpo violado por su pene, entonces comprendí que acababa de convertirme en la hembra de ese magnífico macho.

Mikel eyaculó 2 veces sin separarse de mi y me pidió que fuera su novia. Al separarnos nos duchamos y me invitó a cenar. Fuimos a un restaurant y me preguntó si quería ser su mujer. Yo estaba muy avergonzado.

Al volver regresamos a su casa y al ver sus intensiones le dije que me dolía el ano, entonces me dijo que podía disfrutarlo con mi boca. Esa noche no solo me enseño a mamarle el huevo como le gustaba, sino que me montó 2 veces más.

Han pasado 2 años de ese día, Mikel pasó al profesional y viaja mucho, pero cuando está en casa solo tiene tiempo para mi. Nadie sabe que somos pareja, pero al estar juntos nos amamos con pasión

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