Bueno verán, este relato ocurrió a los 8 actualmente tengo 24. Yo estaba en la etapa más «inocente» de mi vida pero la verdad, para esa edad yo ya tenía mentalidad algo adulta para las cosa.
Resulta que ya sabía, desde que tengo memoria que me atraían demasiado los hombres, en especial los hombres grandes, varoniles o que sean más grandes que yo. A los 6 había dado mi primer beso con otro chico pero para no hacerle a la larga esta historia iré a lo que a todos les interesa.
Cuando tenia 7 y estaba por cumplir mis 8, tenía a un primo que le diremos Aiden, era hombre de 18 años, su piel era morena, algo fuerte, de labios carnosos, sobre todo con una buena herramienta de 18 cm.
Bueno total mi primo y yo no éramos tan unidos como toda la familia, pues el se la pasaba con mi hermano mayor quien era 4 años mayor que yo, ya que él y mi primo hacían cosas de niños más grandes.
A lo que me quedaba muy molesto hacia eso, ya que como dije, yo sabia entender muy bien todo de los adultos sobre todo el sexo, ya que también había visto varias cintas VHS de porno de mi papá las cuales encontraba por ahí.
Al cumplír mis 8 años me organizaron mi fiesta como todo niño, aunque me la pasaba también yo viendo que era lo que quería en mi fiesta y como seria mi temática.
Era un sábado y mi mamá junto a mi papá y mi hermano tenían que salir de compras mientras yo estaba en la casa y mi primo había estado también así que le perdieron que me cuidara para que no me vaya a salir a la calle a «perderme» puesto que antes ya mi mamá tenía sospechas de mi sexualidad porque un día se enteró que me había besado con otro chico de 13 años, pero esa será otra historia.
En fin, justo unos 10 minutos que mis papas y mi hermano salieron, mi primo se puso muy «extraño» conmigo, pero no me desagrada al contrario, se la pasaba abrazándome y hasta me hacía sentar en su gran bulto haciendo que mi pequeño pero voluptuoso culito que tenía le calentara y pues yo ya sabía que era lo que pedía así que en acto de juego empezè a mover mis caderas a los lados de tal modo que sintiera mi culito virgen mejor, cosa que le excito tanto que me abrazaba mejor y me daba besos en mi cuello.
-vaya vaya mi pequeño, no sabia que eras travieso
-vamos si se que querías esto, lo supe desde que me hiciste sentirme así
-así? ¿Cómo es que sabes de esto?
-digamos que yo se muchas cosas
Lo decía mucho con un tono muy picaron a lo que mi primo le prendió mas y sin despreciar tiempo me besó, sentir sus labios carnosos presionando los míos también sentir como me agarraba mis nalgas presionandolas como si fueran suyas, para luego agarrarme mientras me besa y me tiraba al sofá boca arriba mientras él se colocaba encima mía.
-wey.. De verdad no pensé que serias así de fácil.
-Haaa~… Tu no me conoces bien Aiden, aun falta saber que tal te complasco
En eso con mis manitas yo le agarraba su gran paquete ya que el tenia un short corto y muy pegado aunque la tela era algo gruesa podía sentir su gran verga gruesa a través de su ropa.
Acto seguido el se levanta y se sienta así me sienta también para decirme «dale wey.. Chupamela entonces».
Yo no sabía dar mamadas pero como me vi los pornos de mi papá tuve mi mentalidad. Al inicio cuando saco su verga se me hacía agua la boca pues era una gran vergota, venuda, con gotas de pre corrimiento saliendo desde su uretra y cuando la tomé, dios!
Palpitaba con solo sostenerla ahí mi primo empezaba a gemir despacio de placer por tenerme para el solo.
-andale wey… Chupamela… Mira como me tienes con solo tocarme
Yo sin despreciar tiempo, lleve esa vergota a mi boca empezando a mamar, al inicio me daba algo De asco al ser mi primera vez, sentía ese sabor salado pero a la vez dulce.
Luego de unos 40 segundos de empezar a mamar me fui acostumbrando rápido al sabor, cosa que me agradó bastante. En ese instante empecé a meterme más y más de su verga, teniendo así más de la mitad.
Ahí escuche como mi primo gemía más y más de gran placer mientras me acariciaba la cabeza y me decía «no mames wey.. Haaa… Las chupas mejor que una vieja.. Lame mas la cabeza bebe..»
Yo obedecía todo lo que mi primo pedía puesto que él me gustaba mucho y quería complacerlo y más aun siendo mi primera vez.
Con mi otra mano agarraba sus grandes huevos peludos y los jugaba así; me sacaba su verga lamiendo su glande, casi metiendo la puntita de mi lengua en su entrada de la uretra, eso le excito tanto que me agarra de las nalgas fuerte y me nalgueo haciendo que soltara un gran gemido de niña y eso le provocaba más haciendo que me diera mas nalgadas.
– ¡mira no más!… Bien niña saliste wey.. Haaa.. Serás mi putita siempre, siempre que estemos solos te haré mi mujer.
Yo con la calentura al cien, me sacaba su verga y me bajaba mis pequeños shorts junto a mi trusa haciendo que sienta su verga mis nalgas lampiñas y suaves. Él con sus manos me las agarraba y las abría poniendo ya su verga bien lubricada en mi entrada virgen.
Yo sabía que haría pero le dije que aún no, porque me daba miedo, él dijo que no me preocupara que me gustaría y pues de poco a poco me metía su cabeza grande y gruesa.
Me dolía mucho tanto que mi primo tuvo que tapar mi boca con su mano para que no gritara puesto que los vecinos de la cuadra eran muy metiches.
Ya con su verga bien dura y parada me la fue enterrando así sentía mucho dolor ya que mi culito era muy virgen y apretado pero eso le encantaba a él, no dejaba de decirme al oído «no mames wey.. Si que tu culito esta bien pinche rico!, si serás solo mío ahora!».
Para entonces me decía que me relajara para entrar más rápido, imaginando que estuviera haciendo del baño, así hice pero tenía miedo de que de verdad defecara en su verga, pero no pasó a lo que de repente cuando lo vi me dijo
«mira nomás… Ya tienes toda mi verga adentro wey»
– Aaahh~…aaah… Papi.. Haaa… Dame..
-que quiere mi puta?
– quiero tu verga papito~… Dame~..
-pero ya la tienes toda mi bebe~..
-m-muévete papito~..
En eso mi primo empieza a moverse lento por mis ruegos más con mi tono de niña que le encantaba puesto que siempre tengo ese tono de voz femenina, mientras él me cogía suave, gentil y apasionada sentía su verga palpitar en mis entrañas al mil.
Yo sabía que con cada movimiento él disfrutaba y soltaba grandes gemidos de placer que hasta el mismo tapaba su boca para que nadie de afuera escuchara.
Pasaron ya 20 minutos cogiéndome y en eso me dijo que quería cambiar, pues me agarró y me puso de perrito contra el sofá y él de rodillas en el piso me ensartaba su gran verga de nuevo y esta entraba con más facilidad haciéndome gemir de gran placer mientras escuchaba como sus grandes huevos chocan con mis nalguitas y me empujaba hacia delante con cada embestida.
-wey… Hahaha… No mames… Wey.. Ya quiero venirme pero también quiero cogerte más!
-Dale papito… ¡Quiero más! ¡Quiero más verga!
– SIEMPRE TENDRÁS VERGA DESDE AHORA MI PUTA.. ¡SERAS SOLO MIA! SIEMPRE TE DARÉ MI VERGA Y SIEMPRE TENDRAS MI LECHE!
-SIII~!! DALE PAPITO… ¡QUIERO LECHITA! DAME!
Mi primo sin aguantarse más aceleró mucho sus embestidas haciendo que sonara muy fuerte por toda la casa como aplausos mientras aguantaba las ganas de gritar de placer y sentía después como me llenaba mi culito de su gran y espesa leche.
– ¡AHÍ TIENES PUTA!… YA TE PREÑE!!
Exclamaba mi primo con un tono algo fuerte pero a la vez discreto mientras daba las últimas embestidas llenando más y má mi culo de leche y sentía como cuando sacaba su verga semi erecta aún, soltaba mas leche desde mi culo,.
Luego de eso mi primo se limpio con un papel y me dijo que fuera al baño a sacar su lechita o si no saldría mojándose la ropa.
Yo obedecí, fui al baño y cuando sacaba su leche sentía mi culo arder, con algo de frío por la ausencia de su verga y con mi pene pequeño parado por lo que acaba de pasar.
Desde ese momento mi primo ahora se ha vuelto mi amante, cada que tenemos la oportunidad hacemos el amor salvaje, duro, y con mucho morbo.
Mañana la historia del tipo de mi colegio.