🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Lo que a continuación les cuento ocurrió en 2017, cuando estaban remodelando mi departamento. Acababa de pasar mi cumpleaños y eran siete los obreros que trabajaban en mi casa en la remodelación. Por lo mismo mis papás, mis hermanos y yo debíamos estar vigilantes a la obra porque ellos trabajaban de lunes a sábado. 

Bueno ya para entrar al grano, ya la remodelación esataba casi lista y eran menos obreros los que estaban en la obra; venían solo uno o dos obreros. Un fin mi familia tenía que viajar y yo por motivos de trabajo no pude ir con ellos entonces me tocaba estar vigilando la obra durante esos días. 

Era sábado, mi familia estaba viajando y quedé al pendiente del obrero a que llegara; yo tenia mucha flojera ya que era muy temprano y no me llamaba la atención ninguno de los obreros, así que realmente me estaba aburriendo. Luego de un rato llegó solo un obrero y ya empece a socializar con él.

Lo observé bien y pues estaba físicamente buenísimo aunque su edad oscilaba como de 48 a 50 años parecía de menos en su cuerpo ya que es musculoso, de buenas piernas, buen bulto y buenas nalgas. 

Al pasar de los minutos empezamos a tener conversaciones mas sexosas y se empieza a tocar la verga y se le veía mas grande, se me hacía agua a la boca pero supongo que por mi forma de hablar él pensaba que mi rol era pasivo; la conversación se calentó tanto que mi bulto empezó a despertar, y yo sin ningún pudor empecé a tocarme la verga y como estaba en bermuda de tela ligera se notaba más aunque tenía bóxer puesto. 

Le dije que cerraría la puerta porque aunque era temprano, tipo 8:30 am y no había personas, quise aprovechar para cerrar el apartamento y me bajé los pantalones y mi vergota salió saltada hacia arriba, me mide 22 cm y botaba mucho líquido preseminal y para mi sorpresa, él apenas la vio, se abalanzó sobre mi y me la empezó a chupar; se notaba que era un poco novato pues se limitaba a chuparla solo en la punta y no lo metía completa a su boca, y con todo y eso se sentía muy rico.

Después hicimos el 69, nos chupamos las vergas mutuamente y pude disfrutar de su pedazo de carne, nada despreciable en tamaño, de 18 cm, muy deliciosa y carnosa; luego me dice “quiero que me lo metas, se me antojó por su tamaño, pero quiero que sea suave porque por atrás nunca me lo he metido.

Por fortuna en mí bermuda tenia un condón en mi billetera, pero antes de darle verga empecé a hacerle un buen beso negro llenando su hollo de mucha saliva; su trasero era lampiño y olía muy limpio y entre más le clavaba la lengua más se retorcía de placer. 

Ya mi verga estaba a mil, tanto que no aguanté más y me puse el condón y empecé a metérselo suave, poco a poco ,pero le dolía un buen por lo que me decía, así q me tocaba dilatarlo, besarlo que al principio no quería pero accedió y ya al fin cuando se lo metí aunque le dolió no quiso que se lo quitara y así seguí dándole suave y pausado para que dilatara y ya con su culo abierto le di duro y suave, duro y suave.

Sus gemidos me encendían a mil y aunque solo hicimos una posición, que era en 4 de perrito porque no había mucho lugar donde acostarse y era la posición en la que menos le dolía el culo porque estaba estrecho.

Duramos 15 minutos antes que él se corriera de manera abundante y sin necesidad de tocarse de tanto placer que mis 22 centímetros le estaban dando; yo para no quedarme frustrado le empecé a dar durísimo para poder venirme y ya cuando estaba a punto me quité el condón y le eché mi semen en su cara ya que me corrí de una manera descomunal.

Fue una culeada sabrosa; al terminar nos bañamos juntos, por fortuna había agua caliente y jabón en el baño; nos secamos con mi suéter y así volví a vigilarlo en su obra. Nos intercambiamos números, en ocasiones sucedieron varias culeadas más pero tiempo después se fue de la ciudad y cambió de numero así que perdí toda la comunicación con él.

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