Tengo 20 años de edad. Soy un chico delgado, de ojos claros y de tes blanca, algo que me ayuda mucho a llamar la atención de los demás, y además soy bisexual activo. Dicen que soy lindo. Cierto dia estaba en el patio de mi casa cuando noto que el vecino me estaba observando.

Él tiene más o menos 35 años, es casado, de buen cuerpo, velludo y con una barba muy linda qué hace que resalte aun más. Confieso que nunca lo había visto en plan sexual, de hecho al principio me incomodó mucho su miradera, pero igual no tuve ninguna mala reacción.

Depronto noto que mi vecino me llama a lo cual yo accedí a ir de una vez. Le dije que porque me miraba tanto y me dijo que era porque yo le atraía y que queria hacerlo conmigo. Yo le dije que no porque yo no lo trataba ni nada de eso, pero solo me dijo que eso no importaba porque yo acostumbraba a hacerlo con otros hombres… cosa que es cierto pues ya habia estado con ciertos chicos, pero me saqué de onda que el me lo dijera así, con tanta seguridad.

Yo no soy muy promiscuo, pero nunca había estado con un señor, y menos con un casado, así que dejándome llevar por el morbo sin más le dije que estaba bien y le pregunté que dónde lo haríamos y que día. Él me contestó que esa misma noche cuando todos durmieran, tipo 12 de la noche, y que lo haríamos en el patio de su casa ya qué él abríria un espacio en la cerca para que yo pudiera entrar sin qué nadie se diera cuenta. Hacerlo con un casado, maduro y a escondidas en su propia casa ¡vaya qué me excitaba la situación!

Se hizo de noche y me acosté para esperar que llegara la hora de mi primera vez con el vecino. Fue llegadas las 12 qué salí al patio y pude notar que el vecino ya tenia una pequeña linterna encendida para hacerme señas e indicarme que ya estaba ahí.

Me apresuré a pasar la cerca siempre muy cauteloso y sin hacer ruidos para no despertar a los que ya dormían.

Fue estando ya del otro lado que pude ver que mi vecino me esperaba con todo ya dispuesto para tener sexo. Estaba él en boxer acostado en una colchoneta pequeña. La oscuridad de la noche nos favorecia pues en el lugar que estabamos no seriamos descubiertos desde lejos.

Llegué y de una mi vecino me dijo que le hiciera sexo oral, pero le dije que no, pues en realidad eso no va conmigo. Él entendio y procedí a bajarle su boxer y noté su verga como de unos 17 cm no erecta del todo, me dijo que hacía mucho tiempo que quería estar conmigo y sentir qué era comerse a un chico. El saber que sería su primer hombre me calentó de a una.

Empecé pues a tocarle su miembro y a masturbarlo. Despues de un tiempo saco un condón y se lo puso. Ya su polla estaba bien dura y lista para penetrarme. Habrá crecido aun dos centímetros a los 17 qué tenia al inicio. Era bonita, blanca, carnosa. Se echó lubricante en su verga y me echó en mi culo a mi … yo sabía que esa polla no me dolería pues ya lo había hecho antes y con unas mas grandes. Mi vecino me puso boca abajo y empezó a penetarme. Me gustó mucho. Tenía el tamaño de verga ideal.

Él se sorprendió y hasta me preguntó si no me dolía, a lo que yo le dije que no, incluso «puedes hacerlo con más velocidad y confianza» Y subió su ritmo…

Tal vez fue a raíz de que le dije eso que me volteó y puso mis piernas en sus hombros, mientras con la derecha en caminaba su verga a mi culo qué ya estaba abierto y lubricado. Su barba me rozaba las pantorrilla lo que hacía qué me retorciera de placer entre eso y su bombeo en mi orto.

Así además aprovechaba y de vez en vez me besaba, me acariciaba la cara y el cabello y me decía cosas lindas. Es bonito coger así, además de que cadi en todo el rato, de una u otra forma, me tuvo abrazado.

Cambiamos a otras posiciones más por unos minutos hasta que finalmente se vino dentro de mi, desde luego en el condón porque yo le tengo asco al semen. Ya repuesto de la agitación el señor me dijo que le había encantado. Que hacerlo conmigo le habia dado mucho placer cosa, que con su mujer casi no pasaba pues me decia que ella ya estaba muy abierta. Me reí pues me causó mucha gracia ese comentario..

Terminamos, me vestí y fui saliendo. Antes de irme quedamos en hacerlo nuevamente y así ha sido pues ya intercambiamos numeros y cuando tiene ganas pues me llama o me envia mensaje para acordar el encuentro. Me gusta hacerlo con él, acepta mis condiciones y ademas es muy aseado, respetuoso y hasta cariñoso.

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