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Lo delicioso de mi primera vez hizo que ame las vrgas

Me llamo Daniel. Voy a contarles como me desvirgaron mi culito. Creo que nací mariconcito o putito, porque desde niño me llamaba la atención ver y tocar el pene de los demás niños. Y a veces me parecía que me enamoraba de alguno de mis compañeros, pero todo eso en silencio porque era algo que no podía ser, además a esa edad no sabia lo que significaba todo aquello. Ahora creo que si tuve una vida anterior, en esa vida debí ser la puta más puta de todas. 

Por otra parte, había un amigo de mi padre que todos los años venia a pasar vacaciones en mi casa y bebía mucho alcohol. Esto comenzó como a los 13 años, que él todas las noches llegaba a mi habitación, se metía en mi cama, levantaba mi cobija y se metía junto a mí y comenzaba a tocarme. A mi me gustaba que me tocara el pene, pero luego comenzaba a tocarme el ano, ponía mucha saliva en su dedo y comenzaba a acariciarlo tratando de meterme el dedo. Eso me asustaba y reaccionaba, por lo que el se marchaba. Y al día siguiente ocurría lo mismo.

Así llegue hasta los 16 años, yo me masturbaba y me tocaba el culito con mis dedos y no dejaba de pensar en aquel hombre. Cuando llegaron las vacaciones de ese año el llego a quedarse en mi casa. Comenzó a ocurrir lo mismo, pero ahora siempre me chupaba el pene y ya me hacia chuparle el de él. Al principio no me gustaba, pero luego le sentí el gusto. Comencé a sentir algo por dentro que no entendía. La noche que me desvirgó, yo con algo de malicia me coloque un pantaloncillo corto y bastante ancho, sin nada de ropa interior por debajo. No tardó en llegar él y meterse bajo mi cobija, yo haciéndome el dormido saqué bien mi culito hacia él, quien de inmediato metió la mano dentro de mi pantaloncito y comenzó a acariciarme la pepita del culo. Yo sentía un placer inmenso. El, al darse cuenta de que yo no tenia ropa interior, lo cual no era normal en mi, sumado a que le había puesto el culito bien paradito, sin que dijéramos ninguna palabra se dio cuenta de que su victima ya había mordido el anzuelo y estaba a punto de comerse un culito virgen, yo también, aunque un poco confundido que no sabia bien que era lo que quería, sentía una impaciencia y una excitación que nunca había sentido. 

Entonces me quitó el pantaloncillo completo y me dejó totalmente desnudo, se bajo y comenzó a lamerme la pepita del culo con bastante saliva y a frotarla con su dedo, lo cual me tenía completamente loco de placer, también me mamó mi verga y luego me hizo mamarle la suya. Luego me acostó de lado y el se acostó detrás de mi, que era la posición en que siempre me había acariciado desde años atrás, me dijo que quería metérmela, yo no dije nada, ni le pedí que me la metiera porque me daba miedo, ni me negué porque algo dentro de mi lo deseaba.

Entonces el colocó la cabeza de su pene en mi ano bien lubricado y comenzó a moverse muy suave. Le dije que me dolía, pero en realidad no me dolía, sino que me daba miedo, así me colocó de pie, en cuatro patas, en distintas posiciones y yo no me la dejaba meter. Hasta que me acosté nuevamente de lado y se volvió a acostar detrás de mi a acariciarme el culito, hasta que me fue metiendo el dedo y me encantaba, cuando me di cuenta ya tenia el dedo adentro y eso me quito el miedo y me dio confianza, porque el tenia los dedos gruesos y vi que ya había entrado sin dolor.

Entonces no me hice rogar más para que me colocara de nuevo su verga en mi culito. El pensaba que yo me iba a negar y me dijo que el no me lo iba a meter, sino que comenzara yo a moverme y lo fuera metiendo suavecito. Pero con su mano me agarro el pene y eso me volvió mas loco de excitación y me propuse clavármela toda, Y ASI HICE, comencé a meterlo, sentía lo mas divino que jamás había sentido en el mundo al sentir que entro la cabeza, y entraba y salía, entraba y salía muy suave, por lo que yo estaba tan excitadísimo que comencé a moverme mas fuerte para meter un poquito mas, y otro poquito y otro poquito mas, hasta que casi instantáneamente me di cuenta de que ya lo tenia todo adentro hasta la pata y no me faltaba nada por meter, entonces perdí el miedo de que iba a sentir dolor cuando me lo empujara, porque ya lo tenia todo adentro, y comencé a moverme durísimo, mas fuerte, mas fuerte y me retorcía como una serpiente. Sentía lo mas divino que hay en el mundo hasta que sentí que no aguantaba mas y me venia. Casi al mismo tiempo sentí algo tan delicioso, un delicioso chorro caliente dentro de mi culo, supe que era su chorro de leche.

Me beso y se fue. Allí me fui al baño, me toque mi culito y sentí una emoción o placer muy grande al sentir la pepita del culo bien abierta y babosa, y un placer inmenso al sentir que salió el chorro de leche de mis entrañas deslizándose por mis piernas. 

Allí me quede sentado en el baño reflexionando y me arrepentí de lo que me había perdido, tantos chicos de mi edad que me habían pedido mi culito y yo no se lo había querido dar. Me arrepentí muchísimo de no haber entregado mi culo a todo el que lo quisiera desde mis 13 años. Fue allí cuando supe que yo había nacido marica putona, para los machos, que yo era un culo puta para los machos. Los días que quedaban de vacaciones ese hombre me cogió todos los días, en distintas posiciones. A los seis meses volvió y yo me desquite seis meses con ganas de sentir una verga adentro. También me tuvo dos semanas cogiéndome todos los días y se fue.

Luego no volvió, pero iba a mi casa un amigo mayor que yo y que yo sabia que era gay, me arregle una excusa para que se quedara un día en mi casa y como yo tenia unas buenas nalgotas y me ponía una pijama de tela casi transparente y muy apretada que marcaba y resaltaba muchísimo ese culote y mi bulto, el estaba loco viéndome, por lo que en la noche llego a mi habitación a hablarme, no sabia como hablar de tema y yo estaba muy apresurado para que me pidiera el culo, no tardo en insinuar algo y no perdí la oportunidad. Así antes de que me diera cuenta ya estaba bien clavado.

Este era un amigo mayor y muy musculoso y fuerte. Me cogió por un año en todos los sitios de la casa y en todas las posiciones posibles. Luego dejó de ir a la casa y yo ya estaba claro de que era una marica. Pero como soy un poco tímido para conseguir macho, desearía que me pidieran el culo pero no lo hacen, entonces estuve un tiempo probando en mi culo todo lo que encontré, zanahorias, pepinos, bananas, el pico de las botellas, huevos de gallina, las velas que usan en la iglesia y muchas cosas más. Hoy día tengo mucho tiempo que no me cogen, tengo el culito muy apretadito, debo estar virgen otra vez, y vivo loco por encontrar un macho que me haga sentir su pene bien grueso dentro de mí

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