Tendría unos 22 años  cuando esto pasó. Eh de aclarar que no soy gay pero he recibido muchas propuestas porque, también confieso que tengo un bello trasero, incluso me preguntan que si huso calzones especiales para levantar las nalgas, vamos que hasta a un compañero tuve que mostrarle mis calzones para que comprobará que es natural mi trasero.

Pero bueno, al grano. Mi padre sufrió un infarto y cayó en coma y estaba sedado, y yo lo cuidaba por las noches porque de día trabajo. En el hospital lo trasladaron a piso y tenía de vecino a un anciano como de sesenta a setenta años; era enorme, como de 2mts y ojos azules preciosísimos, de esos que parecía gabacho. Aún recuerdo que no cabía en la cama de lo grande que estaba. Él tenia problemas con sus dedos, artritis si mal no recuerdo, y además no hablaba, solo movía la cabeza para comunicarse y emitía sonidos guturales y además como solo lo tenían en pañales las cortinas siempre estaban cerradas. 

Recuerdo que desde que me vio comenzó a querer comunicarse conmigo haciendo esos ruidos guturales y con sus dedos torcidos me indicaba que le quitará el pañal. Pero yo siempre he sido Muy escrupuloso y pensé “No viejo si ni a mi papá se lo cambio” y le hablé a la enfermera pero como siempre “ahorita voy” así que regreso y le digo al viejo “ahorita se lo cambian”, pero él muy molesto seguía haciendo esos ruidos que me fastidiaban y con sus dedos torcidos trataba de quitar los pegoles del pañal. 

Mientras las enfermeras estaban en el celular yo volteo a verlo y veo sus ojos azules llenos de lágrimas que me entristeció y dije “ni modo, tengo que hacer la buena obra del día” Y al despegar los pegoles y abrir la parte de el frente del pañal tenía una erección enorme. Creo que por su estatura tenía una verga como de veinte centímetros de largo, tal vez mas; era muy roja. Me sorprendió lo que encontré y volteo a ver a papá pero él seguía en coma. 

Pensé “donde me vea papá me mata o me corre” porque era muy machista pero el viejo estaba en coma así que tenía oportunidad. Volviendo mis ojos al pañal puse atención escrúpulosamente y noté estaba limpio, le dije lo tiene limpio y al quererse lo pegar con sus manos torcidas quería tomar las mías y me hacía señas de que le agarrara la verga. Yo le decía a señas que no y pero el abría la boca y sacaba la lengua como si tuviera sed, llegó la enfermera y pasó lo mismo y le dio risa y me dijo “ah este viejito” y se fue. Cómo la separación de las camas es de unos cincuenta centímetros al acomodar las cobijas o algo a papá el viejo me tocaba las nalgas con sus manos torcidas y no sé pero me empezó a gustar y aveces se las ponía a propósito para que me las agarrara. 

Así se fue quedando en silencio el hospital pero yo no me quitaba de la mente esos hermosos ojos azules y esa enorme verga roja que apuntaba hacia a mi; ya al cabo de un rato me dormí y de pronto me desperté con sus sonidos guturales. Nuevamente quería que le quitará el pañal. Yo ahí me animé a más pues seguía la imagen de la tarde en mi mente como hipnotizado. Se lo despegué y él, como era muy grande, sus brazos con los puños tipo garfios me sujeta la nuca y yo sin poner resistencia me deje llevar hasta su verga pero antes de mamársela volteo a ver a papá, pero seguía inmóvil y solo se escuchaba el ruido del aparato que le mantenía respirando. Y sin más no me pude contener y comencé, con un poco de asco al inicio, pero me dominó la lujuria y comencé a mamarle la verga a aquél señor; era tan grande el pedazo de carne que apenas me cabía en la boca así que comencé a darle con la lengua.

Al principio el sabor me iba hacer renunciar pero me ganó la lujuria y a como pude lo comencé a masturbar. Pero cuando sentí que se iba a venir hizo muchos ruidos guturales, tantos que llegaron las enfermeras y lo tape con la cobija y me hice el dormido. Duré tres días sin hacer nada pero estaba muy turbado y excitado y decidí ese día llevarme un Pans y sin interiores se me vino la loca idea de que me penetrara, total, si en las películas porno pueden por qué yo no habría de poder.

Y cuando llegué esa noche a la habitación había ahí una enfermera y un camillero quienes me pidieron que los ayudará para bañarlo y yo los ayudé. Como la enfermera no quiso entrar al baño solo pasamos el enfermero y dentro del baño yo lo subimos a un columpio desnudo para bañarlo. Para mi muy buena suerte en eso le hablaron al camillero en urgencias y me dijo solo rasúralo, pero estaba todo desnudo y otra vez con una enorme erección. Las cosas se habían acomodado a mi favor.

El baño no era muy grande pero si mucho más amplio que cualquier baño de una casa, y cuando salió el camillero me fui tras de él y puse el seguro a la puerta, agarré crema y se la pongo en la verga dejándola bien lubricada. Yo me bajo el pans y pongo saliva en mi aún virgen culito y lleno de valor, con la mano derecha busco la verga y me la apunto y el viejo otra vez comienza con su ruido guturales. Esta vez no me importó y comencé a sentarme poco a poco en aquel viejo jergón. 

Podrán ustedes recordar su primera vez y me darán la razón que era un dolor horrible el que me provocaba aquella verga, y eso que apenas me había entrado la cabeza del pene. Yo estaba tratando de controlar el ritmo para que no me doliera tanto y en eso estaba cuando el viejo hijo de la verga, con sus manos tullidas me jala y hace que se me entierre de un jalón que me hizo gritar de dolor y levantarme muy molesto con el ano muy dilatado roto y con sangre. ¡Me dolió un chingo!

La verdad es que le dije muchas cosas enojado y él solo abría enormes sus preciosos ojos azules; aunque quisiera seguir intentando meterme aquella verga en el culo, que por cierto seguía recta y bien parada, la verdad es que me iba a ser imposible por el dolor. Mejor fui y quité el seguro y llegó el camillero, y ya lo enjuagamos y lo regresamos a su cama y en la noche solo dejaba que me acariciara las nalgas y lo masturbaba. Al poco tiempo papá murió y ya no volví a saber del anciano.

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