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Me tocó complacer al esposo de mi prima

🔥 Un relato exclusivo de Relaróticos 🔥

Después de un año de pandemia y sin ver a mis familiares, fui invitado por ellos a visitarlos. Ellos viven a 5 horas de la ciudad en una casa de campo. Cuando llegué a la casa, entre los abrazos y saludos de reencuentro, me encontré con el abrazo del esposo de mi prima, un hombre de unos 30 años, de 1.75, cuerpo medio y unos ojos miel muy hermosos que cautivan a cualquiera.

A él ya lo conocía por la relación con mi prima, pero siempre había sido conmigo una relación algo distante, vamos que nunca habíamos tenido la oportunidad de tener una charla o convivir más. Por ello me sorprendió mucho su abrazo de saludo, fue fuerte y tan largo, y además me miró a la cara y sonreía, pero no me soltaba. De una vez mi radar gay me dijo que algo no era normal en ese saludo pero no le di mucha importancia pues era el esposo de mi prima con quien acababa de tener un hijo, así que debía tranquilizarme y no pensar cosas de más.

El día transcurrió con normalidad, algunas veces lo sorprendí viéndome pero nada extraño. En la noche a mi me correspondía dormir en el sofacama de la sala, yo estaba a gusto porque disponía del televisor y es donde está el módem así que tenía suficiente señal como para poder estar en el cel el tiempo que quisiera; fue como a las 12am que baja el esposo de mi prima según él medio dormido a preguntarme que cómo estaba, que si necesitaba algo, que él bajaba porque el bebé no lo dejaba dormir y para evitar problemas con mi prima mejor se alejaba un poco así que me preguntó si podía ver Tv conmigo.

Yo le dije que sí y que si no le incomodaba se acostara a mi lado mientras veía TV, porque estaba haciendo mucho frío. Al principio me dijo que no, que no quería incomodarme porque el invitado era yo, que mejor se quedaba en la mecedora de al lado, pero después de insistirle un poquito me dijo que sí y se metió a las cobijas conmigo. Empezó todo mi cuerpo a temblar, no de frío, si no de la emoción de sentir el calor del cuerpo del esposo de mi prima a mi lado, pues el tipo andaba en short y una playera de algodón con algún estampado.

Pasaron unos pocos minutos para que yo empezará a rozar mis piernas con las de él, se sentía muy rico y un cosquilleo por todo mi cuerpo. Me pregunta que si tengo frío, a lo cual le dije que sí, que mucho, “con razón estás temblando desde hace rato”, me respondió.

Pensaba cómo sería dar el primer paso, pero no me atrevía, de todas formas estaba toda mi familia durmiendo en la casa. De reojo veía su posición, estaba viendo él la tele, con la cabeza apoyada en sus brazos cruzados por atrás, lo que hacía que se notaran los bíceps que tenía y por la manga de la playera se alcanzaban a salir algunos pelos gruesos de sus axilas que junto a lo velludas de sus piernas me hacían pensar que estaba ante un completo oso, todo un rico daddy.

En un momento él se levanta y me dice que va a ver cómo sigue el bebé, y salió de mi lado y subió las escaleras pero al rato llegó de nuevo y me dice que tanto el bebé como mi prima estaban profundamente dormidos y que mejor no se acostó con ellos para no despertarlos y por eso regresaba. Me dio a entender que pasaría la noche conmigo.

De nuevo se acuesta a mi lado y está vez fue él quien pegó su cuerpo totalmente al mío, yo estaba que estallaba cuando me dice que ese frío lo ponía bien cachondo y que desde que había nacido el bebé mi prima no quería tener relaciones, a lo cual le pregunté que cómo se ponía y él, perdiendo completamente las poses, aparta la cobija y se baja su short y me dice, “así” y me muestra una verga totalmente erecta, blanca, recta, con mucho pelo, como de 18 cms, con una cabeza grande y rosada.

Al ver esa belleza de pene le pregunté si la podía tocar, a lo que me responde que sí. Empecé a masturbarlo, él cerró sus ojos y empezó a gemir muy despacio, eso me puso a mil y de una vez abrí mi boca y me la comí toda, tenía mucho precum y su pene olía como a yerbas, a campo, eso me gustó mucho y me esforcé por hacer mi mejor trabajo. Recorría su miembro con mi lengua llenándolo de saliva calientita y aunque no era la verga más grande que me había comido su curvatura natural hacía que me provocara pequeños ahogos y llenaban aún más de saliva su miembro lo que permitía que cuando se la jalara sonara delicioso.

Entonces el esposo de mi prima me agarró la cabeza, mantenía sus ojos cerrados y no tardó más de 5 minutos cuando llenó mi boca de bastante leche, calientica y con un sabor dulcecito la cual me la comí toda sacando de su pene, aún en mi boca, las últimas gotas de semen.

Me dijo que se había venido muy rápido porque hacía tiempo no tenía relaciones y nadie se la había mamado tan rico. Se subió su short y se fue a dormir.

Al día siguiente tocaba que ir al pueblo a comprar alguna cosas para la casa, el pueblo está distante a 1 hora de la casa y no hay carretera, tocaba a pie. Yo me ofrecí acompañar al esposo de mi prima al pueblo y nos fuimos después de almuerzo, me pareció muy tarde la hora de salida, pero no dije nada.

Estuvimos como 4 horas en el pueblo, comprando y visitando la familia del esposo de mi prima. Ya estaba empezando a oscurecerse cuando empezamos a subir a la casa de campo.

Como a 20 minutos de caminata, estaba totalmente oscuro, solo nos alumbraba la luz de una luna creciente, el esposo de mi prima me dice que tenía ganas de orinar y empieza a orinar delante mío, cuando terminó de orinar empieza a mover su pene para arriba y para abajo y me dice que si continuamos con lo de anoche.

Sin pensarlo me le cuelgo a su verga como un becerro, y el de nuevo me coge de la cabeza y comoenza a embestir mi cara con su pelvis, controlando el ritmo y de paso controlándome a mí como la puta que se entregaba a su macho. Me esforzaba por tragármelo todo, nuevamente llenándolo de saliva y creo que le gustaba pues gemia, gemía mucho y esta vez más fuerte con la confianza que nadie nos escuchaba. Sus berreos de macho en celo me fascinaban y me obligaron a sacármela y comenzarme a jalar mi propia verga mientras le lambia, le chupaba, todo su pene y bolas, unas bolas bien peludas.

Noté como la cabeza de su pene tenía mucho precum, yo estaba en la gloria y alcancé a ver en su rostro, que el esposo de mi prima también lo estaba disfrutando. Me dice que me lo quiere meter, a lo cual me bajo mis pantalones hasta los tobillos, él se aplica saliva en su pene y me empieza a meter esos 18 cms.

Estábamos de pie, me dolía mucho, pero aguanté hasta que mi culo se acostumbró a su verga, sentía todo ese trozo de carne dentro mío, se movía muy rico, me dijo que me pusiera en cuatro sobre el pasto, y empezó a darme muy duro, se sentía más que rico, delicioso. Su físico ayudaba pero él morbo de saber quién era él me tenía aun más caliente y hacía que los 2 gimiéramos.

Yo no quería que ese momento acabara, el esposo de mi prima se movía muy rico, me hacía sentir muy bien, tanto que me vine de una vez y sin tocarme, y cuando él sintió que apreté mi culo para venirme, él pegó un grito y llenó todo mi culo de leche; me acababa de preñar el esposo de mi prima.

Luego se recostó en mi espalda unos segundos y no sacó su pene de mi culo, hasta que se salió solito. Ahí entendí porque salimos tan tarde de la casa, para regresar de noche cuando todo estaba en silencio y muy solo.

Continuamos la caminata hacia la casa, me dijo que me iba daba verga todos los días que estuviera en su casa y así lo hizo. Una semana después me llama mi prima para

decirme que va a bautizar al niño, que si puedo ir una semana antes del bautizo para ayudarle, a lo cual accedí de una, ya pedí permiso en el trabajo y no veo que llegue la hora para ir a colaborar.

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