Un relato exclusivo de Relaróticos.com

Este relato pasó hace como unos 3 o 4 años; yo soy maestro de quimica, estaba recién graduado de la universidad cuando mi padre me dijo que había una vacante para ser maestro en una preparatoria cerca de mi casa, total que fui solo para ver si me la daban pero fue más rápido de lo que pensé pues me aceptaron y entre a la semana siguiente.

Me empezaba a gustar la onda se ser maestro y todo eso, tenía 4 grupos, 2 de segundo y 2 de tercero, en uno de ellos estaba un chavo que en clases se me quedaba viendo muy raro, solía hacerme comentarios sobre que estaba guapo y que le encantaba mi clase, hacía que me pusiera nervioso.

En varias ocasiones me decía que si me podía ir a ver al laboratorio de química (estaba como a 100 metros de los salones) pero yo le decía que no porque no quería meterlo en problemas. Una ocasión fue y me dijo que era muy guapo y trato de besarme, a lo que no lo deje porque no quería problemas.

A él parecía no importarle, al contrario, cada vez que lo rechazaba se prendia mucho más. Un dia en especial terminando mi clase, les dije que se podían ir a su salón pero él me dijo de forma muy casual que si le podia ayudar con una fórmula que no entendía, le dije que si.

En ese momento nos quedamos solos y él me miró y me soltó un beso, algo que tenía que aceptar es que besaba muy rico pero de esos besos que te calientan. Las cosas se tornaron un poco calientes, mi pene se empezaba a parar, pero en ese instante cuando seguimos besandonos hice algo que cambiaría todo: le agarré el paquete y ufff vaya que tenía algo, comence a marturbarlo por debajo del pantalon de la escuela (pantalon formal), cuando de repente sonó mi teléfono y era un mensaje de un amigo lo que rompió el momento.

Él solo se acomodó el pene para disimularlo y se fue. Así pasaron los días y todo era normal, hasta un dia que me volvió a decir lo mismo en clase, que no entendía algo y que le explicara al final, yo sabía para qué era, así que le dije que si. Cabe recalcar que siempre había sido activo y por mi mente nunca pasó que un dia seria pasivo.

Terminó mi clase y todo normal, él se quedó sentado en su lugar esperando que todos se fueran, yo estaba en mi escritorio normal sin ponerme nervioso ni nada.

Cuando todos se fueron, él se levantó, miró que nadie estuviera y caminó hacia mí, abrió las piernas y se sentó en mi, mirándonos cara a cara, besándonos empezó a moverse como si lo estuviera penetrando.

LO MÁS RECIENTE

Cuando en ese momento lo bajé de mi y sin decirle nada comencé a desabrochar su pantalón, la verdad lo que sentí la otra vez era algo grande y no me había equivocado.

Ya cuando bajé su bóxer para dejarlo al descubierto, no pude contenerme, era una verga larga y gruesa (muy desarrollada para su edad) media unos 21 cm, color moreno, con la cabeza al descubierto, no me pude contener las ganas y se la comence a mamar, era la primera vez que me sentía como una puta.

Normalmente siempre me la mamaban a mi pero ese dia, al ver a ese chavo con una verga de señor, me calentó tanto que ni lo dude.

Así pasaron los minutos, como una media hora duré tragándome esa rica verga, algo que tenía que reconocer es que tenía experiencia porque duraba mucho.

Entonces me dijo que si me la podía meter; ni lo dudé ni me importó el lugar donde estábamos, solo lo miré y como una buena puta que en ese momento era, lo besé y solito me bajé mi pantalón.

Él, al ver eso, bajó lentamente su pans escolar. Él sabía que yo estaba a sus pies pues comenzó a quitarse la camisa y la aventó y luego su pans quedando totalmente desnudo, a lo cual yo me exalte y le dije que era mejor solo bajarnos los pantalones por si venía alguien.

Era un cabrón pues me dijo suavemente, mientras me metia un dedo en el culo, «Si nos cachan que sea por una buena razón», eso me excitó más y no pensé solo actué.

Sacó su dedo de mi y como un padrote se sentó en mi silla de maestro y haciéndome señas me indicó que me sentara encima de él; yo inmediatamente me senté en él y con mi mano llena de saliva lubriqué su verga y la puse en la entrada de mi culo y comencé a bajar lentamente.

Por dentro yo sentía que me desgarraba el culo, pero solo de ver su cara de placer se me fue quitando, y me comenzó a coger. Me estaba dando duro, solo escuchaba sus gemidos y el sonido de mis nalgas.

Luego me puso en 4 y él simplemente me manipuló a su entero placer con una firmeza en sus movimientos que denotaban que él mandaba, que yo solo era un sumiso, su sumiso y todo eso me calentó mucho. Cada vez que se salía su verga de mi culo, ignoraba cualquier posible olor o sabor y aprovechaba para mamarsela y lubricarla un poco.

En una ocasión se puso mi bata de laboratorio y dejando su verga por fuera me dijo que él seria el profesor y comenzó a darme con su verga en la cara porque me había portado mal. Estábamos viviendo una fantasía o bien podría decirse que grabábamos una porno ochentera.

Al final solo me puso en el escritorio, alzó mis piernas y así me penetró y haciendo una cara final me dijo que me hincara frente de él y poniendo su verga en la cara se vino dejando caer una cantidad considerable de semen, después de eso yo los agarre y me los comí completos y sin desperdiciar una sola gota, pues eran de él y me excitó aún más.

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