Pervirtiendo a dos amigos
Decidí meterme a bañar y me quité toda la ropa frente a mis amigos, yo como si nada, quedé desnudo e incluso les pregunté si no querían bañarse de una vez; ellos se voltearon a ver y, casi al mismo tiempo, dijeron que sí.
Relatos eróticos gay en español
Decidí meterme a bañar y me quité toda la ropa frente a mis amigos, yo como si nada, quedé desnudo e incluso les pregunté si no querían bañarse de una vez; ellos se voltearon a ver y, casi al mismo tiempo, dijeron que sí.
Todo eso era confuso, era como otra parte d mi que me tenía ahí viendo a un montón de machos comiéndose entre ellos, era de verdad una sensacion rara.
Dos hermanos narco agricultores tienen que subir a la sierra a sembrar amapola, y entre tanto mes de aislamiento tienen que recurrir a la ayuda del otro para saciar sus instintos carnales enmedio del campo.
Paré la moto y le dije «¿y ahora?» Y dice: «pues pon porno hetero para que me prenda chingon..»Total le puse x videos en el cel para que escogiera los videos y le desabroché el pantalón y empecé a mamársela como mejor podía..
Me agarraba del pecho con la mano izquierda y con la derecha me agarró de la ingle acariciando también mis huevos. Daniel jadeaba cada vez más fuerte y yo también.
Es un día normal, tú empiezas a caminar rumbo a la Alameda a ese lugar tan bonito, lleno de arboles y fuentes, pero tú no la visitas por eso sino por sus demás atractivos que tiene, de pronto te detienes ahí, junto a la fuente principal.
Les voy a contar la historia de aquella vez que disfruté de unas deliciosas vacaciones rodeado de verga al por mayor.
Un día antes del viaje, hice un contacto para que me llevara a visitar algún vapor gay de Monterrey. Mi calentura estaba a lo máximo, me comuniqué por teléfono con este chavo y nos quedamos de ver en cierto lugar al siguiente día.
Desde que se subió al vagón comenzó a arrimarme su pene erecto en mi trasero, y cada que se llenaba de gente el viaje me pellizcaba las nalgas… cuando me invitó a su depa me fue imposible decir que no.
De joven visitaba siempre los baños CAPRI en Monterrey. Lo que les cuento ocurrió una tarde ahí, llena de erotismo y un pedazo de carne enorme.