... ...

Mi fantasía contigo

Sabes acabo de tener una fantasía muy vivida, en la que tú llegabas al depar, las luces de la sala no encienden, me hablas, te hablo, escuchas mi vos, sabes que estoy alli, pero todo está muy oscuro, y de entre aquella oscuridad salgo yo, te abrazo suavemente por atras, mis brazos rodean tu cintura, y suben, hasta tus mejillas y procedo a vendarte los ojos, te beso mientras empiezo a tocar tu cuerpo y desnudarte, a ciegas te guío a la habitación, estas de pie, me arrodillo y te quito el boxer, me gustaria mirar tu pene pero solo alumbra la tenue luz de una vela, puedo tambien disfrutarlo con el tacto, palpandolo mientras siento como se va poniendo duro, con el olfato sintiendo el aroma más intimo tuyo, y el gusto, saboreando tu liquido preseminal al mamartelo, con tus manos cojes mi cabeza y me la metes toda en la boca, asi te la succiono unos minutos, luego te guío que te sientes en la cama y continuo mamando, te recuestas y sigo lamiendo tu ingle, tu escroto, levanto tus muslos y y comienzo a lamer tu periné hasta llegar a tu ano, comienzo a besarlo y lamerlo, volviendo a tu pene de ves en ves, te tengo al borde de la cama en posicion de misionero, me pongo de pie, levanto tus piernas, te quito los calcetines y disfruto de chupar tus pies, mientras froto mi pene contra el tuyo, y contra tu trasero tambien, tomo nuestros penes con una mano y los continuo masturbando mientras tengo los dedos de tus pies en mi boca, luego dejo caer tus piernas, me doy la vuelta y lubrico mi ano, me siento sobre tu pubis, frotando tu pene entre mis nalgas, tu continuas acostado al costado de la cama, aunque está oscuro escucho tu respiracion fuerte y grabe, y eso me gusta y me exita mucho de ti, tomo tu pene y lo coloco en mi ano, comenzando a sentarme mientras el se abre camino dentro de mi y se va intruduciendo despacio porque aun estoy comenzando a dilatarme, va entrando bien apretado y vas sintiendo el calor de mi interior mientras que soltamos unos gemidos muy ricos del placer que vamos sintiendo, hasta que a entrado todo tu pene en mi, estando sentado con una mano acaricio tu pubis sintiendo tus vellitos y eso me exita, y con la otra acaricio tu escroto, gozando de toda tu masculidad, y comienzo tambien a gozar de la tener tu miembro erecto dentro de mi, moviendome de arriba a abajo, mientras tu pene sale y entra una y otra vez y tu respiracion se acelera y profundiza, escucho tus gemidos de macho que me prenden más y más, estoy disfrutando muchisimo de lo que me haces sentir, luego tu a ciegas me halas a la cama y me pones en 4 y me sigues penetrando, ahora ya estoy dilatado y me la metes más duro y más rápido dandome estocadas más profundas que me causan la dosis justa de dolor para incrementar mi placer y me haces gemir más fuerte, al escucharme sabes que me lo estás haciendo riquísimo y lo estoy disfrutando todito, me continuas penetrando en muchas posiciones más, me pones de cucharita y con una mano me vas masturbando mientras me penetras, luego tu mano acaricia mi pecho y sube hasta mi cuello y me tomas duro mientras me la sigues metiendo, vas besando mi cuello y oreja, luego en misionero y metes tambien tus dedos en mi boca, me das de pie contra la pared, todo lo haces a ciegas solo guiado por nuestro tacto y oido, sabes que soy yo pero no me ves, y para finalizar te guío para bajar de la cama, y me pongo al filo levantando una pierna sobre la misma, tú con el tacto te pones detras de mi y me introduces nuevamente el pene y vuelves a penetrarme duro y rico, yo ya me he venido al menos un par de veces mientras me lo hacias, y ahora en esa pose estoy por venirme una vez más, tu me das fuerte y sin control hasta que tambien llegas a tu orgasmo y te vienes dentro de mi y yo contigo mientras aun me penetras, el climax máximo, la cosa mas rica del sexo nuestro. Y nos detenemos, exhausto, nos acostamos uno al lado del otro, nos cubrimos con la sabana, y te retiras la venda de los ojos, y me ves alumbrado por la tenue luz de una pequeña vela en que esta en un rincon de la habitación, un tanto lejana, y nos damos un suave beso, dejando atrás la locura de la pasión del sexo que acabamos de tener, que nunca viste y es un paso más en aquella característica tuya de no recuerdar pero ahora reforzado por lo que tú visión jamas captó nada.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.