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Mi primera vez con un casado

Mi primera vez con un casado yo tenía 17 años recién cumplidos, acababa de llegar a Monterrey y estaba conociendo la ciudad. Era un martes o miércoles, una tarde cálida de verano como a las 5pm que paseaba por el centro de la ciudad. Pasé por unos cines gemelos que no recuerdo el nombre y en una de las salas estaban pasando Emmanuelle alrededor del mundo, una perlicula de softcore sexual muy famosa en esa época.

Decidí probar suerte y como soy alto y fornido no tuve problemas para entrar. Habíamos no mas de 5 personas en el cine, grande y oscuro. Me senté en una orilla por que ahí se sentía mejor el aire acondicionado.

En la misma hilera pero unas filas a mi izquierda estaba un señor de unos 35 años años, yo no sabía que era casado. En algún momento coincidimos la mirada y me sonrió amablemente y yo respondí de igual manera.

Comenzó la película y aunque tenía pocas escenas sexuales yo me calenté de inmediato. A esa edad cualquier cosa te calienta. Así que disimuladamente me abrí el pantalón y lo baje a media pierna con todo y calzón. Usaba unos calzoncitos tipo tanga apretados pero cómodos. Me estaba pajeando levemente prestando atención a la pantalla y disfrutando mi mando en mi propia verga.

Tan concentrado estaba que no me di cuenta que el señor se había movido y ahora estaba sentado a dos lugares de distancia. Mi primera reacción fue de cubrirme pero me di cuenta que también él traía la verga de fuera y hacía lo mismo. Así que con el morbo y la calentura a todo lo que da me volví a bajar el pantalón y calzón para seguirme pajeando. Lo único fue que ya no veía la pantalla, no podía dejar de ver al señor y su verga que se veía enorme y deliciosa. Solo traía la bragueta abierta y por ahí salía su verga. 

Unos minutos después me hizo la seña preguntando si podía moverse a mi lado y le dije que sí. Se sentó al lado y mi corazón latía a mil por hora. Me tomó la mano izquierda y la llevó hasta su verga, sin pensarlo ni una vez comencé a jalarsela y sentir su verga caliente en mi mano. Voltee a ver si alguien mas nos veía pero solo había una pareja en pleno faje mas adelante y al centro del cine y otras dos personas pero al otro lado de la sala.

Se inclinó un poco y me preguntó si quería mamarsela y asentí con la cabeza. Se abrió el pantalón completamente y se lo bajó con todo y trusa hasta las rodillas, se recostó un poco y con su mano derecha me tomo del hombro y comenzó a moverme. Yo me bajé a mamar. El olor y el sabor de entre restos de orina y sudor me volvía loco. No era circuncidado y eso me gusta mucho. Comencé a mamarle la cabeza y en poco tiempo ya le hacía garganta profunda. Tenía cerca de un mes sin tener nada de sexo y tener una verga tan deliciosa en mi boca se sentía increíble. El me acariciaba la espalda con una mano y con la otra me tomaba del pelo y sin ejercer mucha presión me empujaba contra su verga, yo estaba literalmente en éxtasis.

Su mano fue bajando por mi espalda hasta que comenzó a acariciarme el trasero, apretarme las nalgas y pasar sus dedos por mi raya. Sus manos eran grandes y se sentían calientes sobre mi piel. Eso me prendió muchísimo y sin pensarlo me acomodé para darle mas acceso. En poco tiempo ya tenía un dedo dentro de mi culo y eso me hacía mamar con mas ganas. No sé cuanto duró pero estuve un buen rato saboreando, mamando y dándole garganta profunda hasta que en medio de empujones de su cadera me lleno la boca de leche. No me quite hasta que me tragué todo y le dejé la verga limpia. 

Nos acomodamos la ropa por que vimos que alguien del cine hablaba con la pareja que estaba en pleno faje y luego de discutir algo los sacaron del cine. Me dijo que si no quería ir a un lugar mas cómodo y acepté. Cuando salimos de la sala se presentó, se llamaba Alfonso y por el dedo en su mano era casado. Luego me platicó que era casado pero que siempre le habían atraído otros hombres y ahora estaba experimentando. A un par de cuadras había un motel al que entramos, pagó y pidió una habitación por 3 horas. Ya en la habitación comenzó a besarmey acariciarme por todos lados, me desvistió y continuó besandome y fajandome.

Me dijo que tomaramos un baño y nos metimos a la regadera. Ahí siguieron los besos, me bajó a mamar y luego me levantó para besarme y enjabonarme todo. Me puso con las manos contra la pared y me enjabonaba todo el cuerpo, yo me sentía tan excitado que la erección me dolía. Cuando llegó a mi culo comenzó a dedearme y luego ya tenía dos dedos adentro. Nos enjuagamos, nos secamos y me llevó a la cama donde me puso en cuatro en medio de la cama. Se puso detrás de mi y comenzó a besarme y chuparme el culo. Ufff…. ya no podía mas, era demasiada calentura. Sentía su lengua entrar y salir de mi culo.

Me dió vuelta y me la mamó unos segundos para luego acostarse y hacerme que me sentara en su cara. Su lengua se fue muy adentro de mi culo mientras me abría las nalgas con las manos. Me agaché y comencé a mamar su verga semierecta hasta que estuvo bien dura. Le mamé los huevos y luego garganta profunda a su verga. Me dió la vuelta y me senté en su verga. Increíble la sensación de esa verga morena de unos 19 centímetros, gruesa, cabezona que se resbalaba en mi interior. Una vez que la tuve adentro comencé a movermepara sentir su verga entrar y salir de mi.

No pasaron mas de 5 minutos cuando tuve un super orgasmo, me sacudía todo el cuerpo mientras el semen se chorreaba encima de su abdomen. Cuando terminé nos giro y quedé boca arriba en misionero, me subió las piernas y me cogió durisimo. Puso mis piernas sobre sus hombros y me hizo una U para besarme y metérmela hasta el fondo con empujones fuertes de su cadera.

Me estuvo cogiendo así un rato mientras me besaba y le dije que me iba a venir de nuevo. Se enderezó y me abrió la piernas para cogerme mientras yo me masturbaba. Me vine de nuevo a chorros y al poco tiempo comenzó a gemir y se vino adentro de mi y luego se me echó encima. Sentía el peso de todo su cuerpo y su verga que poco a poco se resbalaba fuera de mi culo y su leche que goteaba hacia afuera.

Se rodó y quedamos los dos en nuestras espaldas. Me platico de su esposa, que tenía hijos pequeños pero que siempre habia querido conocer a alguien como yo. Platicamos un rato y de a poco comenzó a acariaciarme el pecho, el abdomen, me besaba en los labios, me metía la lengua en la boca y asi hasta que nos calentamos de nuevo y me volvió a coger. Ahora me puso boca abajo y se subió encima, su verga se resbalo en mi interior sin encontrar resistencia. Me cogió con movimientos lentos pero metiéndomela hasta el fondo. Duró así una media hora, me besaba las orejas, el cuello, me metía el dedo en la boca, luego me volteba la cara y me besaba; yo solo levantaba el trasero con las piernas entreabiertas para sentir su verga completamente adentro de mi culo. No sé cuanto duramos pero al final se vino dentro de mi en la misma posición. Nos bañamos, nos vestimos, me dió el número de su oficina y me dió un raid cerca de mi casa. Nos despedimos con un beso de lengua muy profundo y largo. Todavía llegué a mi casa y cuando me fui a dormir me la volví a jalar recordando la experiencia.

Luego de eso yo le hablaba por teléfono cuando tenía tiempo y nos poniamos de acuerdo. Nos veíamos en la esquina del hotel, cogiamos como conejos dos y a veces tres palos y luego cada quien a su casa. Nos veíamos una vez cada semana y me gustaba mucho, esperaba con ansia el dia de verlo para saborearlo todo, tus besos, sus manos, sus huevos, su verga y su leche. La verdad no esperaba nada de él, solo coger cada vez que se pudiera. Me encantaba como cogiamos y la manera en que me besaba, acariciaba y me hacía el amor. 

A veces me invitaba a cenar o a comer, inclusive fuimos al cine algunas veces. Duramos casi un año cogiendo. En una de esas veces me platicó de su hermano, que quería experimentar pero que le daba miedo y no sé como pero me convenció de hacer un trio para que su hermano aprendiera cogiendome. Me calenté pensando en tener dos vergas para mi solo y al final accedí.

Su hermano tenía unos 28 o 30 años, se veía mas joven pero era diferente, se veía malandro. No me gustó pero como quiera nos fuimos al motel. La experiencia no estuvo buena, el hermano se puso demasiado dominante, y aunque me gusta que me digan cosas como «putita», «cómetela entera putito» y así, la forma en que lo decía no me calentaba, lo sentía como insulto. Fue bastante rudo dedeandome y forzandome a mamar, no solo me nalgueó, me dió una que otra cachetada y eso no me gustó.

Al final me cogieron entre los dos, me usaron como muñeco sexual. Se vinieron en mi cara, en mi boca, en mi culo y hasta me orinó encima. La cosa fue que lo hizo como en forma de burla y me molesté demasiado. No dije nada pero una vez que me dejaron ya no les volví a llamar. No supe que pasó con Alfonso y la verdad si me dolió por que me gustaba mucho el primer casado con el que estuve

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.