... ...

Satisfaciendo a mi amigo chacal en año nuevo

Me gustaría que leyeran mi relato erótico. Sería la primera vez que escribo algo, sin embargo, tengo la curiosidad de hacerlo, por motivo a que recientemente leí un relato erótico de internet y al imaginarme toda la historia me excite, me emocioné, me masturbe hasta venirme y fue increíble. En fin, les hago llegar una de tantas historias eróticas que tengo propias.

Zapopan Jalisco a 2024.

El relato comienza en la celebración de año nuevo del 2024. Me encontraba en la reunión familiar, cuando justo después de las 12 am, me llegaron unos whatsapps de dos amigos que viven cerca de mi casa. Mis amigos me invitaron a salir un rato con ellos, por lo cual, como mi reunión familiar era pequeña y un poco aburrida, acepté la invitación. 

Nos vimos en la calle de mi casa, mis dos amigos y yo. Cabe mencionar que yo tenía 33 años, recién cumplidos y mis amigos eran más jóvenes (24 y 26). Por lo cual, me sentía casi un señor a su lado, sin embargo, soy de cuerpo atlético y siento que me veo un poco más joven, aunque sin importar la edad, me la pasaba bien con ellos.

Mis amigos, con complexión twinks eran bonitos de la cara, uno más agradable que el otro, o al menos así lo veía yo, ya que era: varonil, con aspecto chacal, tatuado, moreno, nariz respingada, pearcing en ella, sonrisa grande y muy carismático.  Con estas características me doy a entender que me gustaba, aunque no estaba seguro que fuera para una relación seria, sobre todo por la edad, pero si físicamente, ya que me agradan los hombres masculinos.

Decidimos comprar fuegos artificiales para seguir celebrando el año nuevo, y quemamos la pirotecnia en un parque, muy cerca de mi casa. Me divertí con ellos, a pesar de mi edad, pues como dicen “para el amor no hay edad”, mucho menos cuando alguien te gusta físicamente.

Para no hacer el cuento tan largo, pasó que cuando estábamos los tres en el parque, mi otro amigo me dijo que el “chacalito” por así decirlo, andaba caliente y que le gusté ese día, yo creo porque yo andaba bien vestido por la ocasión de la celebridad. Por fin, terminando la reunión, el chacalito y yo, acompañamos a mi a mi otro amigo a su casa, y ya de regreso, el chacalito se atrevió a decirme directamente que andaba caliente.

La calle estaba oscura, ya no había personas afuera por la hora que era (2 am aprox), cabe mencionar que mi familia estaba en mi casa, por lo cual no tenía lugar para tener un encuentro con el chacalito, pero al escuchar la propuesta de que andaba caliente y me quería coger, pues me excité y me prendí.

Primero le propuse al chacalito ir al Oxxo a comprar preservativos. Llegamos en seguida, por la cercanía, me puse algo nervioso al pedirlo por la ventanilla de la tienda, pero mi amigo me daba algo de confianza por su seguridad y aspecto de hombre varonil. Terminé pagando y en seguida continuamos caminando a la orilla del parque, hasta que tuvimos la idea de brincarnos a la unidad deportiva que nos quedaba de paso.

Había un cancel en la entrada de la unidad deportiva, pero vimos unos abarrotes flojos y vimos oportunidad de brincarnos, lo cual, era un poco alto el pasadizo, pero accedimos el reto. Primero se subió él con ayuda mía, ya que es relativamente más bajito que yo, después me brinqué yo.

Estando adentro de la unidad deportiva, lo primero que hicimos fue revisar que no hubiera un guardia de seguridad cerca. En efectivo, como sospechábamos, nos encontrábamos solos mi amigo chacalito y yo en medio de esa unidad deportiva. Sólo se escuchaban grillos de fondo,  hojas de los árboles en movimiento por el aire que hacía y la luz tenue del reflejo de la luna.

Encontramos una mesa de concreto que se prestaba para hacer allí lo que teníamos en mente, en seguida recargué al chacalito en la mesa y aproveché a bajarle el pantalón. Comencé a acariciar su verga morena de team sangre, la cual, en segunda se puso dura como una pepino largo. 

Por otro lado, después el chacalito también aprovechó a desabrocharme el pantalón, bajarme los boxers y tocar mis nalgas. Entre los toqueteos, él encontró la oportunidad de poner su cara en mi culito, lamiendo con su lengua cálida mi ano. Fue una sensación de bastante satisfacción porque el ambiente era frío por la estación del año en la que nos encontrábamos, además de sentir la textura de su lengua al entrar por mi recto, fue como un bajón de sangre en mi cuerpo y prestar toda mi atención en ese acto placentero.

En seguida le puse el condón en su miembro duro y después del chacalito me acomodó en posición encontrada hacia la mesa, con mis nalgas hacia afuera. Antes de la penetración le comenté que tratara de hacerlo despacio, ya que pocas veces he sido pasivo, pero era tanto el placer que él me había provocado que yo ya quería que me penetrara, por lo cual, con mi mano lo ayude a direccionar su pene en mi ano, hasta que poco a poco lo fue introduciendo.

Los nervios me ganaban por el lugar prohibido en el que estábamos, sin embargo, la situación realzaba el placer y las ganas con las que nos animábamos a seguir con lo que ya habíamos planeado. 

Por fin su verga entró completa en mi culo, el cual, no es por presumir, pero es bien proporcionado, pues varias personas me han comentado que tengo bonitas nalgas, definitivamente, el ejercicio que hago tiene su efecto en ello. Volviendo al tema, el chacalito comenzó a embestirme sobre la mesa de concreto, yo por mi parte ayudaba levantando mi culo carnoso y moviéndome en conjunto con el cuerpo de mi amigo.

Me interesaba satisfacer a mi amigo del todo, ya que él me gustaba y quería que fuera una experiencia que no fuera a olvidar. Hasta que entre tanta fricción, gemidos, placer y encanto. Mi amigo me avisó que se iba a venir, de mi parte lo vi tan excitado, que decidí que él se viniera en mi culo. Por fin acabando todo, el chacalito descansando su torso sobre mi espalda, retiro su verga de mi culo y comenzamos a limpiarnos para pronto irnos de ahí. 

Aquí termina el relato erótico con el chacalito, que a pesar de que somos solamente amigos, lo quiero mucho y ese acto lo llevaré grabado en mi mente por siempre. 

Fin.

error: ¡Hey! Jálatela, no te los lleves.